MANOLO CARO: UNA TRAYECTORÍA EN ARTE POP

«Me inspira el caos, el movimiento, lo que la gente está creando o deshaciendo»

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Si hacemos una selección de personas NOIR, en la selecta lista se posiciona Manolo Caro. Este director, guionista y dramaturgo mexicano ha hecho cuestionarme ese mundo que vive y goza, es esa persona que ama su país, que le gusta vivir bien y que tiene los sentidos despiertos para hacer arte con ello.

Para iniciar la conversación le cuestioné en qué otra profesión le hubiera gustado desarrollarse, respondió “Siempre quise ser Director, siempre quise tener una cámara en mis manos, siempre fue lo que me movió y me apasiona, nunca en mi vida pensé en hacer otra cosa”.

Su estilo y habilidad para combinar comedia y drama en sus obras lo ha posicionado a nivel nacional e internacional. Nacido en Guadalajara, Jalisco, Caro ha demostrado su versatilidad creando obras que exploran la vida cotidiana, tiene esa manera fresca de proyectar el sentido de vivir la vida. Sus obras se conforman por diálogos agudos, personajes coloridos y tramas que exploran temas sociales y emocionales de una manera entretenida y pegajosa. Ha demostrado ser versátil, creando obras que van desde comedias ligeras hasta dramas profundos, siempre con su sello personal.

Adentrándonos en su pensamiento, platicó cómo se percibe y quién le inspira “Me considero un director completamente pop, hablando de los directores que me encantan son: Pedro Almodóvar, Woody Allen, Tatewaki, Ruben Östlund, Cassavetes. Me gusta mucho la música, el ballet, me gusta mucho el teatro, soy una persona que todo el tiempo está consumiendo, siempre estoy en el museo, en el teatro, en el cine, en la danza y yo creo que soy un cúmulo de muchas cosas”.

Caro saltó a la fama con su exitosa obra teatral «Un beso de desayuno» en 2008, y desde entonces ha dirigido y escrito varias películas y series de televisión populares. Entre sus obras más destacadas se encuentran la serie de Netflix «La Casa de las Flores», serie con doble moral que nace porque el director siempre había querido tener una florería, en confesiones durante la entrevista. La película «Perfectos Desconocidos», también fue uno de los éxitos de taquilla en México y tuvo adaptaciones en otros países.

Al posar bajo la lente de NOIR, la plática para hablar sobre su trayectoria se tornó sobre sus gustos, miedos y de viva voz este acercamiento nos permitió percibir el mundo de Manolo Caro. Fuimos de lo personal a lo profesional.

Confesó que su mayor sueño es ser padre, le gustan las peonías y el vino tinto, es amante de la cochinita pibil, su color preferido es el verde y su momento favorito del día es la noche. Sobre su estilo en un análisis profundo emitido confesó que “La verdad es que voy improvisando, hay momentos en los que el trabajo me mantiene con mucha tensión, diversión, relajación. Mi estilo es totalmente ecléctico pero mi forma de vestir intento que sea congruente con la persona que soy, visto como me gusta que se me vea, me gusta mucho la moda, me gusta no sentirme disfrazado a pesar de que me considero excéntrico, esto tiene que ver con que con el paso de los años he ido encontrando mi personalidad. Mi clóset no tiene muchas sorpresas, está conformado por camisas, pantalones de pinzas y zapatos con plataformas, hay variedad de colores, estampados y sedas”.

Ser Manolo Caro en el 2024 implica una larga trayectoria, es de los directores más atesorados que tiene México y a pesar de serlo sus pies se mantienen en la tierra para que la mente se concentre en crear y conquistar, ser este director para el país nos hizo cuestionarme cómo se percibe, “Tengo la libertad de hacer lo que me dé la gana, ya me he ganado bastantes detractores ahora voy por la vida pensando en que de todas formas existe la crítica, así que prefiero hacer lo que se me antoje y pasarlo bien”.

Manolo Caro es un viaje emocional que deja una huella imborrable en el espectador, su proceso creativo nos intriga y para estás páginas compartió la forma en la que lo hace “Mi proceso creativo siempre comienza con una anécdota, con algo que me intriga, algo que no me deja parar de platicar de ello, tiene que inquietarme, tiene que ser la sobremesa de mis pláticas para comenzar a desarrollar mi nueva historia. A mi equipo los elijo con base al respeto, los tengo que admirar”.

Sus obras son un reflejo de su brillantez creativa, combinando diálogos con historias que tocan fibras emocionales profundas. “Es importante vernos todos reflejados (hablando de la inclusión), que todos tengamos la oportunidad de identificarnos con un personaje, que nadie nos cuente ni nos diga cómo nos tenemos que sentir. Que veas una película u obra de teatro y te veas en ella, para mi, eso es lo más importante en mi trabajo”.

Con sus palabras reflejadas en las creaciones que nos ha regalado, Manolo nos ha confesado “Me quiero morir siendo director de cine”.

La habilidad de Caro para crear historias que mezclan humor y profundidad emocional, así como su estilo visual distintivo, lo han convertido en una figura influyente en la industria del entretenimiento en México por lo que necesitamos su opinión respecto a la industria cinematográfica que estamos viviendo, “Hablando del cine mexicano, veo que cada vez estamos más fortalecidos, cada vez hay más historias, cada vez hay más géneros, cada vez hay más representación a las minorías, cada vez hay más mujeres dirigiendo, yo creo que lo más importante es seguir exigiendo al gobierno que el cine es parte de la cultura de un país, es imposible y es muy cansado estar peleando por nuevos estímulos. El cine, el teatro y la televisión marcan la pauta social de un país, marcan parte de la historia y me encanta ser parte”.

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