Camila Sodi habla sobre el duelo y su libro más íntimo

CAMILA SODI: UN DUELO COMPARTIDO


En su tránsito por la pérdida, Camila Sodi encontró en la escritura un refugio y en la memoria, un puente hacia quienes también caminan el duelo. Su nuevo proyecto nace como una compañía para quienes han perdido algo o alguien, y como un recordatorio de que incluso la sombra de la muerte puede volverse una aliada en el acto de seguir viviendo.


Créditos:
Director editorial y realizador: @gerardangulo
Fotografía: @frances.rou
Maquillaje: @ossielramosabarca
Peinado: @alexarizmendyhairstyle
Asistente de moda: : @michortizand
Asistente de fotografía: @alejandrocesac
Producción: @_yulietd
Entrevista: @luistellez

CAMILA SODI

Con El pequeño libro del duelo, la talentosa artista convierte el duelo en un acto de servicio: una mano extendida para quien también carga con la ausencia. Sus letras acompañan, abrazan y recuerdan que incluso en las heridas puede florecer la belleza.

«El duelo no es algo que empieza y termina; es algo que te acompaña para siempre. Lo que sí sucede es que se transforma y, a la vez, te transforma a ti». A un año de la pérdida de su madre, Camila Sodi pone al servicio de su audiencia El pequeño libro del duelo, uno de esos proyectos que no necesariamente nacen con un propósito, pero que cuando lo hacen, terminan siendo un salvavidas: «El arte salva a los humanos. Nos salva crearlo, pero también estar cerca de él. Es la herramienta que nos regalaron para sobrevivir». 

Desde niñas, tanto Camila como sus hermanas han sido muy inclinadas a transformar sus vivencias en arte: «Sobrevivimos muchas cosas juntas. Toda la gente que ha tenido infancias difíciles o que ha pasado por cosas traumáticas está muy inclinada a poder convertir ese dolor. Es una manera de protegerse y de atravesar algo cuando eres muy chica. Ahora que ya tengo cuarenta años, puedo ser más consciente de cómo atravieso las cosas y tomar una decisión sobre ellas, pero cuando era niña mi creatividad me protegía. Era la manera de ir a un mundo fantástico». 

Total look, Alexia Ulibarri.

El dolor puede ser destructivo o creativo. Uno decide cómo canalizarlo. Pero hay una constante que no podemos ignorar: los momentos más vulnerables suelen dar pie a las creaciones más bellas: «Sin duda. Ahora bien, no creo que siempre los momentos más vulnerables deban tener una connotación negativa. Creo que el arte siempre viene desde un lugar de vulnerabilidad, honestidad y desnudez; pero no siempre desde un sitio oscuro». 

En el noble arte de la actuación, uno puede esconderse detrás de los personajes y encontrar espejos ajenos que iluminan rincones propios, pero nunca uno suficientemente grande como para ponerte en jaque con tus emociones más profundas. Esta vez, su camino artístico la llevó por una ruta diferente: sin guión y sin personaje, solo la palabra y ella sosteniendo la pluma.

«Es distinto actuar la visión y el guión de alguien más; es distinto escribir un guión y actuarlo tú misma —que también ya lo hice—; y es muy distinto escribir un ensayo como libro, porque no es una novela ni una ficción. Entonces regresamos al lugar de la vulnerabilidad, aquel que abre tu mente y tu corazón para con los demás. Todas las otras cosas que había hecho que, sin duda, me habían expuesto desde chica a la opinión pública, aunque siempre estuve cobijada de alguna manera: un director, una productora gigante, un estudio… Y bueno, ahora me cobija Penguin Random House —la editorial más cabrona del mundo—, pero es diferente porque no estoy hablando de una ficción y eso cambia todo», explica. 

Total look: Alfredo Martínez y Medias: Calzedonia.
Total look, Louis Vuitton.

Las emociones y el propósito tampoco, afirma, tienen precedentes: «Me siento muy tranquila y emocionada, pero desde un lugar distinto. Es una emoción con raíz, una más madura. Es el primer proyecto en donde me expongo de manera más brutal, cruda, honesta, sin filtros y vulnerable. También es el primero en el que suelto absolutamente todo porque emana de mi espíritu; no surgió de mi cabeza ni de mi ego. Entonces no estoy apegada a una consecuencia, a una expectativa o a que suceda algo a partir del libro. A mí ya me transformó y con eso estoy satisfecha». 

Para Camila, la escritura fue un proceso tan terapéutico como estético: «No hubo un pasaje más difícil que otro. Hubo momentos donde sentía más paz escribiendo y momentos donde estaba más con el pulso acelerado. De hecho, mientras escribía tenía playlists que venían conforme me iban llegando las oleadas de dolor o de calma. Me llamo Camila por Camille Claudel —la escultora francesa— y Camille Saint-Saëns —el compositor francés—. El carnaval de los animales de Saint-Saëns tiene una pieza que se llama El cisne y escribía bastante con ella; pero cuando atravesaba un pasaje duro tenía inicios más hardcore, entonces Nine Inch Nails me ayudaba a sacar todo».

Total look, Louis Vuitton.

En ese tránsito emergió una Camila desconocida, incluso para ella misma: «Descubrí que no tengo miedo a que me juzguen. Que no voy a ser yo la que se limite a sí misma. Cuando estuve lista para explorar mi creatividad desde un lugar diferente, no tuve duda ni miedo de lo que pensaran de mí o de que me juzgaran. La gente es un reflejo de quién es; lo que piensen, lo que opinen y lo que digan solo refleja quiénes son ellos, pero no quién soy yo. Entonces, descubrí que no me limito ya más». 

Dicen por ahí que “El que no nace para servir, no sirve para vivir”; que es nuestra responsabilidad —como seres humanos— compartir nuestra verdad y nuestras historias, para que quienes nos escuchan se den cuenta de que no están solos, de que no son los únicos y de que no serán los últimos en vivir una situación difícil. Este libro nace desde ese gesto, desde Camila poniéndose al servicio de los corazones que pueda tocar.

«La versión de lo que significa el éxito va cambiando conforme creces: primero es adquirir cosas, tener una casa, un coche, joyas o fama. Luego te das cuenta de que no: que es estar en paz contigo mismo y estar rodeado de amor… ¡Y luego descubres que tampoco! Sino que el verdadero éxito es estar al servicio de los demás. Creo que ese es el significado real, porque estamos todos juntos y al mismo tiempo en este planeta, estamos vivos y nuestra responsabilidad es hacernos la vida mucho más ligera el uno al otro. Si tú me compartes tu historia y yo la mía, de ahí surge algo que resuena; a mí me va a dar pie a que no me pase. Gracias, porque me ahorras un sufrimiento, una mala experiencia. Ojalá podamos entender la versión del éxito desde esa mirada», describe Camila. 

Total Look, Chanel.
Total Look, Chanel.

Ernestina Sodi fue muchas cosas: escritora, historiadora del arte, una mente brillante. Hay algo poético en que la mayor de sus hijas cobije el dolor de su pérdida en forma de letras…: «Conecté con ella a través del espíritu. Conecté con ella a través de algo más grande que las letras, que el cuerpo y que la materia. Pienso que desde ahí amamos, desde un sitio que casi no podemos explicar porque nos supera». Y aunque la muerte suele acecharnos como algo triste, inconcebible o aterrador, hoy Camila está convencida de que el mayor lujo sería poder recibirla sin miedo, como a una vieja amiga: «Poder estar en paz con dejar mi propio cuerpo el día que me toque morir. Para mí sería un lujo y una delicia poder decir “Tuve una vida maravillosa, estoy lista»».