El corazón latente de Schiaparelli

EL CORAZÓN QUE LATE: EL COLLAR DE SCHIAPARELLI QUE REINVENTA EL DRAMATISMO


El collar con corazón latente de Schiaparelli de la la pasarela otoño-invierno 2025 de Daniel Roseberry, redefine el drama y el surrealismo.


EL CORAZÓN LATENTE DE SCHIAPARELLI 

El desfile haute couture de Schiaparelli presentó un collar con un corazón de rubí que emite una ligera pulsación, como si respirara. Lo vimos como el accesorio que acompañaba en un vestido rojo de silueta ajustada, realzando la pieza principal con un latido visual que escala la atención del look. Es una forma literal de llevar el corazón sobre el pecho, reinventando el drama propio de la maison.

UNA REFRENCIA A DALÍ

El “Beating Bejeweled Heart” de Salvador Dalí, creado en 1953, es una referencia para entender el nuevo collar de Schiaparelli. En su pieza, Dalí presentó un corazón joya que realmente palpitaba, fusionando lo anatómico con lo precioso, el arte con la emoción. Más de 70 años después, Daniel Roseberry retoma ese gesto surrealista y lo traslada a su universo FW25 couture.

SCHIAPARELLI, SIEMPRE EL DRAMA VISUAL

La maison siempre ha sido sinónimo de impacto visual extremo, y esta colección fue fiel a ese legado. Diseños en blanco, negro y detalles rojos, volúmenes esculturales y piezas que parecen esculturas vivas fueron parte del ru nunway. El collar corazón latente de Schiaparelli encaja perfecto: es surrealista, provocador y funciona como un statement emocional que resuena con la estética histórica de Elsa Schiaparelli .

La joyería en esta temporada se aleja de lo ornamental para convertirse en una narrativa viva. El collar de corazón no es solo una pieza statement, es una experiencia sensorial. Es el tipo de diseño que hace que una maison pase de estar en tendencia a hacer historia. Esta colección reafirma que Schiaparelli crea momentos.

SCHIAPARELLI HAUTE COUTURE: EL SHOW

“Back to the Future” dio nombre a esta propuesta, inspirada por la huida de Elsa en 1940, creada bajo la luz entre guerras y modernidad. La colección mostró cortes, volúmenes recortados y ausencia de corsetería tradicional. El collar vivo fue quizá el cierre dramatúrgico de una pasarela que mezcló historia y surrealismo exagerado.

DANIEL ROSEBERRY: SU ESTILO

El diseñador texano impone su sello: piezas monocromáticas con volúmenes controlados, construcciones técnicas y un sentido manifiesto del trauma emocional. Roseberry ha repetido su apuesta por la artesanía intensa y la relectura de códigos sin imitarlos directamente). Este collar es ejemplo: una pieza joyería-objeto-emoción, perfectamente coherente con la galaxia Roseberry.