MALIX DE ALONSO MADRIGAL, COCINAR EL ARTE REVOLUCIONARIO

El restaurante Malix del chef Alonso Madrigal revoluciona la comida mexicana con una visión sustentable

En un mundo donde la gastronomía a menudo se ve atrapada en la repetición, Alonso Madrigal, chef de Malix, emerge como un auténtico revolucionario, redefiniendo la cocina mexicana a través de una profunda conexión con la tierra y sus ciclos. Con un enfoque que se renueva cada estación, su menú refleja la riqueza y diversidad de los ingredientes locales.

Su historia personal ha sido la base para construir una filosofía que aboga por la relevancia de los ingredientes nativos y la evolución de la cocina mexicana. Para él, ser mexicano es más que un origen; es una invitación a explorar y redefinir tradiciones culinarias, fusionando lo antiguo con lo contemporáneo.

LA VISIÓN DE MALIX

Malix su restaurante, se erige como un santuario de la sostenibilidad, donde cada elemento, desde la selección de vinos de baja intervención hasta la coctelería que respeta los ciclos agrícolas, está cuidadosamente pensado. La oferta de vinos se compone de opciones sustentables y orgánicas, mientras que los cócteles se elaboran con fermentos que celebran el concepto del lugar. Además, todos los productos de limpieza son biodegradables, subrayando su compromiso con un enfoque coherente y responsable.

Más allá de la cocina, su misión es reconectar a las personas con el campo. El menú semanal, creado en colaboración con su equipo, permite que cada cocinero comprenda la esencia de los ingredientes, fomentando un ambiente de aprendizaje y creatividad. Platos emblemáticos, como el flan de plátano con ron oaxaqueño, son testimonio de esta fusión de tradición y modernidad.

La coherencia entre las creencias del chef y sus prácticas se manifiesta en cada rincón de Malix. Es innegable que esta armonía se refleja en cada platillo, donde la pasión y la filosofía del chef se entrelazan con el arte de cocinar. A través de su arte culinario, Alonso Madrigal busca desafiar las percepciones sobre la alimentación, llevando a los comensales a explorar sabores audaces que enriquecen su experiencia. En cada bocado, se despliega una narrativa que invita a reflexionar sobre la relación con la tierra y la cultura. Su cocina no solo alimenta el cuerpo, sino que también nutre el alma, convirtiéndose en un vehículo para compartir su pasión y filosofía con el mundo.

Texto: Irene González
Realización y fotos: Carlos Ruiz