MILAN FASHION WEEK 24: EMPORIO ARMANI EN CONFECCIÓN Y SASTRERÍA 

Por: Gabi Ramos.

Después de temporadas de desviarse de la sastrería y experimentar con innumerables estilos y colores (con distintos grados de éxito), Armani ha devuelto a Emporio al lugar al que pertenece.

Giorgio Armani volvió a las raíces de Emporio Armani, ofreciendo trajes y chaquetas favorecedores y con bordes suaves y confección de sastrería a punto. Armani sacó a relucir clásicos atemporales y se concentró en lo que mejor sabe hacer: chaquetas y abrigos con hombros finamente esculpidos en telas mantecosas.

Esta pasarela se concentra en darle al cliente una pieza de inversión. Algo que compre una vez y le dure toda la vida. El mood era, ¿Por qué no darles algo que los haga lucir bien y que les dure toda la vida?

Incluso recuperó las boinas y las gafas de sol redondas que destacaron en las primeras campañas de Emporio y Giorgio Armani. Para el otoño, añadió un toque moderno, creando sombreros tipo pastillero compactos que se colocaron en un ángulo alegre sobre las cabezas de las modelos.

Fueron chaquetas de principio a fin. Venían en cuadros grises, o en lana azul marino, como parte de un traje o como chaquetas con hombros marcados. Para la noche había trajes de terciopelo en tonos joya, azules o verdes, y una chaquetilla negra con un rosetón en el cuello.

Había abrigos para todos, desde cortes rectos hasta confecciones más opulentas para divas. Un abrigo de estilo largo gris con un detalle de doble botón en la cintura tenía una vibra de uniforme escolar británico, al igual que un abrigo largo negro usado sobre una blusa blanca con un cuello ondulado estilo Tudor.

La pasarela cerró con vestidos de lujo y trajes de lujo bajo una lluvia ficticia romantizando el caminar de las modelos de Giorgio Armani. Destacó un trench coat con estampados de lunas nacientes acompañado por una pañoleta en el cuello del mismo estilo.

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