Power Dose!

Por: Michelle Ortiz.

En el viaje por descubrir cómo recuperar la belleza del cabello, se pierde de vista uno de los factores más importantes, la proteína capilar.

A pesar de estar presente de manera natural, implementarla brindará un boost extra que creará una gran diferencia.

Hablar sobre el pelo, es tratar sobre una de las zonas más relevantes para la autoestima de las personas. Este contorno del rostro, permite ser un medio de expresión de diferentes etapas de la vida, que al pasar el tiempo atraviesa por diversos cambios.

Entre ellos se encuentran los factores ambientales como los rayos del sol y la contaminación, al igual que otros como el constante uso de herramientas de calor o intervención de productos químicos, que derivan en consecuencias negativas. Adicional a esto, una mala alimentación, limpieza y estrés, pueden provocar efectos dañinos para la función de factores primordiales para la salud del pelo, como las proteínas.

Este elemento junto al agua, conforman los principales componentes del cabello que asimismo desarrollan un papel importante para su cuidado. 

La magia de las proteínas reside en la relevancia de sus funciones, al servir como un ingrediente fortalecedor capaz de crear una barrera de protección en la estructura capilar que mejora la elasticidad y resistencia, al reducir puntas abiertas así como la fragilidad; además de mejorar el aspecto al agregar volumen y plenitud al cabello.

Su inclusión dentro de la rutina es capaz de disminuir toda fragilidad para derivar en grandes beneficios como lucir un pelo sano, nutrido, suave y brillante. 

La falta de este ingrediente se presenta en todo tipo de pelo, así como en cualquier situación que abarcan procesos de coloración, exposición a químicos o pérdida de este mismo.

Parte de la solución ante esta problemática, son los tratamientos a base de proteínas dentro de los cuales destacan aquellos que contienen queratina. Estos productos son diseñados para reconstruir desde el interior la fibra capilar y así corregir daños previniendo futuros deterioros.

Existe una gran variedad de opciones que incluyen aquellas anteriormente conocidas como el colágeno o elastina, al igual que otras derivadas de materiales naturales cómo la seda vegana, trigo, arroz, soja, entre otras. 

La clave para lograr convertir estos productos en el mejor aliado reside en investigar las diferentes características y beneficios de cada proteína, para seleccionar el que mejor se adapte a las necesidades del pelo.

Es fundamental recordar que se debe mantener un equilibrio para evitar efectos negativos, por ello es importante revisar la frecuencia de su aplicación que puede variar entre una vez por semana a un mes, así como la forma de uso. Es momento de darle un boost de poder a tu melena para que luzca más radiante que nunca.

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