Javier Rey, un hombre sin miedo

JAVIER REY X NOIR


El actor español Javier Rey, acaba de estrenar su proyecto más intenso hasta la fecha y nos descubre todo lo que este reto le ha enseñado sobre sí mismo.


Créditos:

  • Director Editorial: Gerard Angulo
  • Estilismo: Jesús Lafuente
  • Producción: Juan Marti
  • Asistente de producción: Leticia Guajardo
  • MUAH: Pedro Cedeño
  • Texto: Juan Marti

Ver a Javier Rey moverse por la ciudad es memorable. Su porte, mirada decidida y movimientos seguros captan la atención de todos. Conocido por su papel en Fariña, ha demostrado su talento en cada proyecto. Ahora, con Última noche en Trémor, alcanza nuevas alturas en su carrera.

Con la próxima nominación a los Goya, ¿cómo ves el cine español actual?

«La verdad es que cada vez me siento más orgulloso de lo que estamos haciendo en nuestro país. Hay un nivel muy alto en la calidad de la industria del entretenimiento española. Me encanta poder ver y apreciar los diferentes enfoques que estamos dando a historias muy diversas, que nada tienen que envidiar a productos que se están elaborando en el extranjero y que gozan de un presupuesto muchísimo más grande».

Fariña te dio a conocer al gran público. ¿Cómo crees ha envejecido la serie?

«Fíjate que para responderte bien debería volver a revisitarla. Pero algo indudable es el gran recuerdo que tengo del tiempo que pasé rodándola y aún disfruto de su

repercusión, porque mucha gente se me acerca por la calle a decirme lo mucho que les gustó, que la están viendo por primera vez o que es una de sus favoritas. Fariña fue uno de esos proyectos que seguramente marcó a todos los que tuvimos la suerte de estar involucrados».

La trama de tu nueva serie, Última noche en Trémor, es muy compleja. ¿Qué desafíos encontraste en ella?

«Me costó un poco, porque debía encontrar las motivaciones de mis personajes. Entender cómo se movía, por qué decía y callaba ciertas cosas, fue un proceso muy duro, pero también muy enriquecedor. Fue un trabajo intenso, pero muy bonito. Tuve la suerte de recibir un gran guion en el que se contaba toda la trama de mi personaje y me acompañó durante los ocho meses de rodaje. Aunque Última noche en Trémor se haya plasmado como una serie, para mí ha sido una película dividida en ocho capítulos. […] He rodado películas mucho menos cinematográficas que esta serie. Es que a Oriol le gusta mucho rodar así».

¿En qué género clasificarías Última noche en Trémor?

«Sinceramente, no lo sé. Encasillarla en un solo género me parece simplificar demasiado. Antes de estrenarla algunos me decían que no querían verla porque parecía una historia de terror y para nada creo que sea totalmente de terror; es más, yo la considero más cercana al thriller […]».

¿Cómo te recuperabas tras las jornadas intensas de rodaje?

«Había días que rodaba prácticamente toda la noche y llegaba a casa a las siete de la mañana. Caía rendido en la cama con tan solo tocar la almohada. Estaba tan sumamente agotado que mi cuerpo no podía hacer otra cosa que dormir. Esta experiencia no logró quitarme el sueño, pero las vivencias de mi personaje sí que se me incrustaron bastante y, al terminar, me costó mucho desprenderme de ellas».

¿Cómo fue volver a tu vida, a tu hogar, tras una experiencia como esta?

«No tuve mucho tiempo para despegarme de todo lo vivido porque debía prepararme para mi próximo proyecto con Julio Medem. Creo que me refugié en un nuevo personaje para dejar atrás al anterior».

¿Cómo te imaginas dentro de veinte años?

«Si te soy sincero, no me veo muy diferente a como estoy ahora y quizás eso sea un error de percepción por mi parte. Me gustaría seguir moviéndome mucho y continuar interpretando personajes increíbles».