Jess Salgado: autenticidad, salud mental y el nuevo significado de ser cool

THE NEW COOL: MIND, BODY & BUSINESS


Jess Salgado encarna una nueva forma de entender el coolness: autenticidad, vulnerabilidad y propósito. Tras enfrentar de frente los retos de la salud mental, hoy la modelo y emprendedora tapatía combina su pasión con una vida enfocada en la espiritualidad y en reconectar con su verdadera esencia.


¿En quién piensas cuando piensas en alguien cool? Nosotros en Jess Salgado. Modelo, emprendedora y social media extraordinaire, esta joven ha sabido abrazar su autenticidad y transformarla en un estilo de vida. “Desde niña he sido una persona muy activa, auténtica, creativa y con mucha energía. Con el paso del tiempo, por temas de salud mental, me fui apagando un poco y desprendiéndome de mi esencia, y creo que a muchas personas les pasa eso. Hoy, a mis 24 años, he vuelto a reconectar con esa Jess que era 100% auténtica”.

En su día a día escucha a Lana del Rey y a The 1975; y –contra todo pronóstico–, los cool kids como ella sí leen. “Ahorita estoy leyendo Si lo crees, lo creas. Me gusta mucho acercarme a libros que pueda aplicar en mi día a día, sobre todo en temas de espiritualidad, manifestación y energías. Acabo de terminar una certificación de yoga de 200 horas. Siempre me ha llamado la atención ese mundo, y ahora me estoy acercando más a ese lado mío, tratando de alinear lo que pienso con lo que hago”.

En cuanto a películas y series, admite que rara vez le atrapan; prefiere ocupar ese tiempo para estar en movimiento. “Soy una persona muy empírica y kinestésica. Me gustan mucho los deportes, las motos, bailar y hacer ejercicio. Me cuesta trabajo quedarme sentada viendo una película, tiene que llamarme mucho la atención. Justo acabo de ver Una mente maestra, que habla sobre salud mental. Ese tema me interesa porque creo que ha sido mi mayor lucha durante todos estos años”.

La salud mental es uno de los principales demonios en la vida de los jóvenes de hoy. No porque antes no existiera, pero a diferencia, hoy sí se le da la apertura y prioridad necesarias. “He aprendido a no etiquetarme diciendo que soy una persona ansiosa o depresiva. Simplemente son emociones que pasan y que vivo en el momento, y trato de no quedármelas. Pero sí, durante mucho tiempo tuve depresiones químicas, tuve que tomar medicamentos. También perdí mucho peso, y mucha gente pensaba que tenía anorexia o problemas alimenticios, cuando en realidad lo que tenía era depresión. Hoy decidí que yo construyo mi propia realidad y no quiero pasar un día más de mi vida sin sentirme increíble con la persona que soy”.

A pesar de que hoy habla abiertamente de su proceso, no siempre fue así. La sombra de los tabús sociales también pesó sobre ella. “Crecí escuchando que ir a terapia o al psiquiatra era para la gente loca. Yo vengo de Guadalajara, donde también puede haber un pensamiento más cerrado. Sin embargo, hoy puedo hablar sin sentirme juzgada, puedo decir que tomo medicamentos. Al final de cuentas, de cierta manera eso me salvó y me convirtió en la persona que soy”.

Compartir nuestras historias y contar nuestra verdad hace que nuestra audiencia o la gente que tenemos a nuestro alrededor se de cuenta que no son los únicos y que no son los últimos.Pero en un mundo donde las redes sociales son un arma de doble filo, Jess elige la cautela. “Por esa razón no toco mucho estos temas en mis redes, porque son muy delicados y yo no soy experta, no soy psicóloga ni psiquiatra. Puedo hablar y aconsejar desde mi experiencia, pero no me gustaría que la gente empezara a diagnosticarse porque a mí me pasó. Al consumir contenido de otros creadores que hablaban de salud mental sin ser especialistas, terminé diagnosticándome cosas que no tenían nada que ver conmigo”.

Entonces, regresando a la premisa inicial: ¿se nace cool o se hace cool? Esa es la gran pregunta. “Yo creo que todos nacemos siendo cool y que, conforme crecemos, vamos creando capas, creencias y barreras que nos quitan esa autenticidad. Por eso digo que se nace. Al final siempre puedes regresar a tu esencia. Algo que me ayudó mucho fue preguntarle a mi Jess de 9 años: ¿qué es lo que realmente quieres? Antes de que existieran esas barreras como ‘tú no puedes cantar’ o ‘tú no puedes modelar porque no tienes la estatura’. Esas ideas nos alejan de nuestro propósito y de lo que realmente queremos ser. He ido quitando poco a poco esas capas y volviendo a mi autenticidad, a ser esa Jess que, en el fondo, siempre fui”.

Nosotros encontramos en ella una mujer inspiradora y admirable, en cambio ella, sus ídolos, lejos de ser figuras mediáticas, están en su propio linaje. “Mi referente es mi familia: admiro mucho a las mujeres que vienen de mi bisabuela, tatarabuela y abuela hasta mi mamá y mis hermanas. Son mujeres muy fuertes que me han enseñado mucho, que pasaron por procesos difíciles para que yo no los viviera. Me inspiran a decir: yo también puedo. Si ellas le han chingado y han salido adelante, yo también puedo hacerlo”.