MALUMA X NOIR

MALUMA X NOIR: EL REY MIDAS DE MEDELLÍN


No importa si es a través de la música, la moda y, ahora, la comida, la influencia de “Papi Juancho” ante el mundo es un caso que merece ser estudiado.


Posando para la lente de NOIR, en las inmediaciones de su nuevo proyecto, Casa Eterna, nos adentramos a su bacano universo. 

Total look, Dolce & Gabbana.

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EL REY MIDAS DE MEDELLÍN

¿Hay algo que Maluma no sepa hacer bien? La superestrella colombiana, cuya luz ha alcanzado a todo el mundo y numerosas industrias, desde la música hasta la moda, hoy se permite seguir conquistando terreno. ¿Su nueva misión? Seducir los paladares de sus parceros con Casa Eterna.

Casa Eterna es un restaurante que nos invita a adentrarnos al mundo de Juan Luis Londoño, el hombre que años más tarde se convertiría en el ícono mundial, Maluma: ‘Siempre había querido ser parte de un proyecto como estos’.

‘Desde que hice una ‘finquita’ que se llamaba ‘La fonda de Juancho’ siempre iba para allá con los parceros, con toda mi gente y me decían que era un parche muy bacano, que ojalá fuera abierto al público porque tenía energía muy linda. Y así fue que nació este proyecto’.

Ubicado en la misma tierra que lo vio nacer, Medellín, este espacio íntimo y personal está lleno de elementos y detalles que le remiten a su casa: ‘Todo en el restaurante es mi esencia, todo lo que pasa dentro de Casa Eterna son mis años de experiencias y vivencias que he tenido en mi ciudad; es el sabor, el gusto, el paladar de mis abuelos, de mis ancestros, que para mí eso no puede morir’.

Esta versión de Maluma que conocemos hoy es el resultado de todo lo que le ha regalado Medallo, como él se refiere a su ciudad; una herencia cultural que se manifiesta en su día a día, sin importar que se encuentre lejos de casa: ‘Todo lo que soy es gracias a mi familia, mis entornos, mi cultura, mi familia y a Medellín […], que siempre ha sido cuna importante de mis proyectos. Sueño siempre de aquí para llevar mis sueños a nivel mundial’.

‘Entonces Medellín siempre me inspira, además de que el pueblo tiene buen gusto en cuanto a todo: música, fashion… No sé, creo que es un lugar muy exigente; una vez que sale el producto de Medellín, tiene que ser bueno, sí o sí, porque siento que el sello de calidad lo pone la misma gente de la ciudad’.

Esa última aseveración está llena de verdad. Como buen paisa, todo lo que toca se convierte en un éxito rotundo. Con ese mismo nivel de exigencia, a través de sus ritmos, sus letras y esa inconfundible y seductora voz, rápidamente se colocó en el panorama internacional, un talento que pinta ser algo innato, pues, las canciones le llegan como brotes de inspiración: ‘A veces sueño con canciones…, siento que vienen de pensamientos del subconsciente; me levanto con ideas, con maquetas, o sea, canciones ya medio realizadas en la cabeza, y son como mensajes, no sé, divinos o de Dios, que me llegan a la mente y siento que los tengo que plasmar’.

Blazer, PRADA.

Además de ser un ‘Pretty boy, dirty boy’, también se presenta como un fashion boy por naturaleza. En la temporada pasada, lo vimos ávido de moda en el front row de desfiles como Louis Vuitton y Dior: ‘Yo siento que la moda siempre ha sido algo muy paralelo a mi música’.

‘Ha sido una herramienta de comunicación’. A través de su experimental y refinada forma de vestir, es que inspira a su audiencia y expresa cómo se siente: ‘Me gusta hacer cosas diferentes, que no hace el común denominador y, sobre todo, en una era tan machista y tan masculina, por así llamarlo, salirse un poco de ese contexto cuesta; pero una vez que la gente vibra contigo, entiende el concepto y creo que eso es el punto más importante: vibrar con su ser y mostrarle al mundo entero lo que es uno’.

Total look, Andrés Pajón.

¿Cuáles marcas lo tienen obsesionado? ‘A mí siempre me ha gustado mucho Dior, la verdad. Prada me gusta, Hermès siempre ha sido favorito, y Chanel‘. Pero no solo son las grandes marcas, también encuentra gusto en los diseñadores que llegan para cambiar el juego y el status quo de la industria: Virgil Abloh, por nombrar alguno. Para cerrar esta conversación, le pido definir su estilo personal en tres palabras: ‘Maluma baby, ese es mi estilo. No hay tres, hay dos: Maluma, baby’.