PAULINA DÁVILA: MEMORIAS DE LIBERTAD

Por: Wendy San José

Paulina Dávila vive su expresión artística como un emblema inmanente de su persona, la colombiana, se presenta ante el mundo a través de una sensibilidad que cultiva cada día y aprende en cada parte del proceso.

Créditos:
Director Editorial: @gerardangulo
Realización: @sergiovalenzuelach
Fotografía: @losquien
Maquillaje: @rociosolloa
Peinado: @ernestovargas_hair
Asistente de moda: @vanecl.__
Asistente de fotografía: @danielnuhar
Entrevista: @wendy.sanjose
Location: @iloft.ny

“Cada proyecto y cada personaje te dejan un regalo y eso es de lo que más me motiva porque le encuentro una especie de mística a ese proceso.” Paulina Dávila.

La primera vez que vi en pantalla a Paulina, una conexión muy peculiar me iluminó. Entrecerrando los ojos, como quien quiere mirar algo con más claridad, pero en realidad intentando recordar de dónde conocía a aquella actriz de pelo libre y mirada tierna, me di cuenta que la reconocía simplemente de una sensación, de aquellas personas que evocan confianza y bienestar simplemente por escucharlas. Su presencia cromática y, sobre todo, su capacidad de modular las emociones de los personajes que interpreta, es una cualidad innegable de empatía que se extraña de las personas de hoy en día y que se valora de aquellos profesionales que la practican en lo cotidiano y además disfrutan de su vocación.

¿Qué significa el talento para ti?
Es la materia prima, es un principio a desarrollar que va muy de la mano con disciplina para sacar su máximo potencial, pero también creo que el talento tiene que ver con gozo, el regalo con el que vienes y está en manos de cada quien que hacer con él.

De las artes visuales y la fotografía a la actuación ¿cómo has vivido ese proceso artístico?
Crecí siendo una persona con intereses creativos y desde que tengo memoria siempre hubo en mi esta necesidad, este deseo de expresarme a través de distintas formas. Siempre fui muy histriónica, pero también muy visual y cuando salí de la escuela lo natural fue irme por ese otro camino que estuvo siempre tan despierto en mí; el dibujo, la pintura, la fotografía. En ese proceso descubrí que podía seguir con este otro interés. Durante la universidad comienzo a hacer performance y a estudiar teatro y ahí empezó el retomar esta inquietud. Ese principio fue como una cadena de circunstancias que me llevó a darme cuenta que eso era lo que quería hacer

¿Cuál es tu primer recuerdo relacionado con la actuación?
Cuando era niña estaban grabando una novela en Santa Marta Colombia, donde yo crecí, y mi casa fue locación de esa novela, de hecho tengo un video donde estoy sentada en la sala viendo como hacían la escena y mirando cómo los actores actuaban… Era mi primera vez en un set y la primera vez que vi a gente hacer lo que ahora hago yo y me encantó.

Mariana, Carla, Antonia, Camila, Isabel y más personajes femeninos en tu trayectoria. ¿Qué te han dejado las mujeres que has interpretado?
Hay muchos aprendizajes en cada proceso, cada personaje tiene un regalo consigo y eso tiene que ver con lo que aprendes de esa experiencia y la búsqueda de lo que hay en ti o lo que no hay en ti. Hay una oportunidad de aprender, de conectar con ciertos aspectos propios, de encontrar empatía.

Mariana me abrió muchas puertas, Carla me permitió explorar lados y niveles dramáticos que hacía tiempo no tocaba. Antonia me permitió conectar con mi cuerpo con el baile con algo juvenil, me llevó a mi país, fue una oportunidad espectacular para mí. Isabel fue como irme a mi legado materno, en el sentido de que, es una mujer de Medellín que pertenece a otra generación y pude explorar esa feminidad en esa época donde las cosas eran distintas para nosotras. Mientras Isabel vive su oportunidad y cumple su sueño en su mundo y con sus posibilidades, yo hacía lo mismo con otras herramientas y otras posibilidades mucho más afortunadas.

Vemos en redes tu apoyo y entusiasmo por el diseño nacional colombiano ¿qué es lo que más te emociona de ello?
También el mexicano me encanta, apoyar proyectos que son desarrollados desde lo cercano, lo justo, artesanalmente. Desde diseñadores amigos que cada proyecto que sacan viene curado y trabajado con un sentido y un propósito, con buenos materiales, de forma consciente y justa versus todas las otras formas de producción más masivas. En ambos países tenemos diseñadores increíbles y la herencia de artesanía y un legado muy interesante de explorar y sigue muy presente en lo que se produce. Tener piezas únicas, pero también ser partícipe de un proceso creativo que se alinea conmigo y con mis valores.

Mencionas la música como una de tus pasiones, ¿cómo es tu relación con ella?
Me mueve, me parece que es de las artes más profundas y a la vez presentes en la vida, te permite viajar. Siempre me ha encantado desde que era chiquita, lo hago por gusto porque es una pasión y lo gozo demasiado. A lo largo de la vida he disfrutado de componer y hacer mis procesos musicales muy íntimos. Con Andrés Almeida tenemos un proyecto que nunca salió a la luz pero ahí está. Y también con Ruzzi, que es una amiga que admiro mucho y se dedica a la música. Sigo haciendo música por gusto, pero no me he animado todavía a mostrar lo que hago porque quizás esa no es la motivación para hacerlo, pero tal vez próximamente.

¿Qué te hace sentir segura?
Tantas cosas a veces son salvavidas de seguridad. Yo pensaría que partir de lo básico, mi familia, estar en casa de mi familia; dormir ahí me da una sensación de seguridad, tiene que ver con el volver y con estar cerca de la gente que amo y que por lo general está lejos. Estar cómoda físicamente, en términos de la ropa o de los zapatos y que me guste a mí, más que tratar de imitar algo o seguir una tendencia y estar cómoda con cómo yo me siento.

¿Qué crees que te diría Paulina de 8 años si te viera ahora?
Creo que estaría orgullosa en muchos sentidos, me diría que lo he hecho bien, que sea buena conmigo y que no sufra por tonterías. Y que me divierta más . A veces me gustaría retomar esa ligereza con la que se vive y esa libertad con la que se es cuando somos pequeños.

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