ROMÁNTICA, EXCÉNTRICA, LIBRE: ASÍ ES LA NUEVA MUJER CHLOÉ

Publicada en: 24 de junio de 2025 a las 3:38 PM

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Chloé Pre-Fall 2025/2026: la feminidad no se impone, se intuye.

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Siempre pensé que vestirse era una forma de contar quién eras sin decir una palabra. Pero ¿qué pasa cuando ya no sabes qué estás buscando en tu armario? ¿Y si la ropa que guardamos —la que realmente amamos— no sigue una lógica de tendencias, sino de emoción?

Chemena Kamali lo entiende. Por eso, su nueva colección para Chloé no grita mírame, sino reconóceme. Es una invitación a redescubrir lo que ya intuíamos: que la verdadera sofisticación no está en impresionar, sino en conectar.

Prendas clave de la colección: entre la nostalgia y el pragmatismo

El guardarropa que propone Chemena Kamali para esta entrega pre-fall se construye con piezas que parecen tener historia. Vestidos de encaje con estructura liviana, conjuntos lenceros llevados al exterior, blusas románticas de caída suave y una serie de abrigos que funcionan como el punto de anclaje estilístico.

Destacan el abrigo de cuero azul verdoso con bordes envejecidos, una bomber satinada que aporta modernidad deportiva, y un abrigo maxi bordado de aire folclórico. En contraposición, siluetas etéreas se equilibran con detalles utilitarios y cortes que favorecen la superposición.

Paleta de color: pasteles saturados y acentos tierra

Kamali apuesta por una gama cromática suave pero profunda. Los tonos pastel saturados —como el lavanda, el rosa empolvado y el azul grisáceo— se alejan de la inocencia y adquieren peso visual al combinarse con bordados o acabados envejecidos.

A ellos se suman matices más terrosos y otoñales como el marrón cobre, el ocre dorado y el verde olivo, creando una transición natural entre lo romántico y lo orgánico.

Texturas y tejidos: delicadeza con cuerpo

La colección juega con la textura de forma inteligente. El encaje no es frágil, sino estructurado. La seda satinada de las bombers se contrasta con pieles trabajadas, tejidos bordados o telas con caída seca.

Hay una clara apuesta por lo táctil: tejidos que invitan a ser tocados, que dan profundidad visual incluso a las siluetas más simples. Las transparencias se manejan con sutileza, nunca como provocación directa, sino como gesto íntimo.

Calzado: excentricidad controlada como firma

Las elecciones de calzado reafirman el carácter individualista de la mujer Chloé. Destacan los Mary Janes con múltiples tiras, un clásico reinventado, así como las botas altas con puntera cuadrada, que remiten a una elegancia ligeramente excéntrica.

Ambos estilos rompen con la feminidad tradicional para entrar en un terreno más lúdico y de autor, apuntando a un look que no teme ser distinto.

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Accesorios y bolso Heritage: pequeños gestos con identidad

Los accesorios, especialmente las joyas, remiten a décadas pasadas: collares, pendientes y anillos de inspiración decorativa que acentúan el aura de piezas encontradas o heredadas.

El gran lanzamiento de temporada es el bolso Heritage, que incorpora el medallón del caballo, un emblema que resume la intención de la colección: conectar con el legado sin perder ligereza.

Dirección creativa: Chemena Kamali y la feminidad emocional

Desde su llegada a Chloé, Kamali ha propuesto una visión emocional, empática y coherente. Esta colección pre-fall no busca dictar tendencia, sino acompañar a quienes visten la marca en un proceso casi introspectivo.

A través de un lookbook con talentos como Tish Weinstock, Petra Collins y Ever Anderson, que seleccionaron sus propios conjuntos, Kamali consolida su enfoque: la moda como forma de expresión íntima, más cercana al acto de coleccionar memorias que al de construir un statement vacío.

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En un momento en que la moda corre por impresionar, Kamali desacelera para recordarnos algo esencial: lo más sofisticado no siempre es lo más evidente. Y lo más valioso —como en esta colección— es aquello que se siente propio desde el primer instante. Porque al final, vestirse no es llenar un look. Es habitar una versión de ti misma.