Dolce & Gabbana: Alta Moda y Alta Joyería 

Otro capítulo apasionante en la historia totalmente italiana de la Alta Moda de Domenico Dolce y Stefano Gabbana.

Puglia es una de esas regiones que posee una riqueza arquitectónica y territorial como pocas: los trulli, la masserie, los olivos y luego la historia, los pueblos, los griegos y los normandos y la artesanía.

Una tradición muy fuerte que, una vez más, Domenico y Stefano se enorgullecen de poder contar a través de su Colección.

Para Domenico Dolce y Stefano Gabbana, la misión es contar la belleza a través de los cinco sentidos: vista, oído, tacto, gusto y olfato. «Aquí empieza nuestro proceso creativo», revelan.

Alberobello es Puglia en todo su esplendor. Un viaje a través de la tradición, a través del tiempo entre artesanos, tiendas, comida y amor.

La colección transmite una sensualidad totalmente mediterránea: el negro dominante contrasta con las infinitas transparencias del tul y la gasa, la organza y el encaje. Los diseñadores partieron del arte de tejer y crearon fantásticos sombreros, capas y vestidos isncónicos que recuerdan a los trulli. El blanco es un color ineludible, junto con las flores que aportan un sorprendente y repentino toque de color.

Una vez más, Domenico y Stefano eligen la experiencia, el amor y la memoria. De hecho, cada vestido de Alta Moda es una historia hecha de recuerdos, de vidas vividas, de momentos compartidos y de la alegría de estar juntos.

Entre las celebridades asistentes: Michelle Salas, Anitta, Simone Susinna, André Lamoglia, José Salas, Alessandra Ambrosio, Erling Haaland, Isabel Haugseng Johansen, Kim Kardashian, Kris Jenner, Corey Gamble, Christian Bale, Sibi Bale, Luca Bale, Rex Bale, Jeanne Yang, Scott Cort, Rosie Huntington Whiteley, Kerry Washington, Angela Bassett, Jennifer Austin, Casey Affleck, Cayley Cowan, James Marsden, Kelsey Merritt, Helen Mirren, Taylor Hackford, Future, Fran Drescher, Peter Jacobson, Mariacarla Boscono, Lucien Laviscount.

ALTA JOYERIA

«Oro verde – aceite de oliva»

Domenico Dolce y Stefano Gabbana crearon una serie de piezas inspiradas en el olivo, por ejemplo hojas de olivo adornadas artesanalmente. Esmeraldas con pavé de tsavorita que presentan diferentes matices de color e intensidad. En la colección abunda el oro grabado, un acabado que los diseñadores adoran y que permite destacar la artesanía y el cuidado de los detalles.

Luego, las aceitunas: tanto en pavé (como los limones y las fresas), como las aceitunas creadas con la técnica de pintura a mano en miniatura, que permitió mezclar las aceitunas verdes con las negras que tienen algunos acentos violáceos gracias al esmaltado.

El verde está presente en toda la colección, no sólo en los parures de aceitunas con diferentes piedras: turmalinas verde oliva, collares que terminan en ramas y hojas y grandes piedras que recuerdan a aceitunas. Las piedras preciosas son producto de la naturaleza. Las formas son variadas y no pueden ser demasiado regulares. Lo imperfecto es perfecto, como el olivo.

Como siempre, los diseñadores cuidan mucho el concepto de piedras naturales, sin calentar ni tratar, tal y como las creó la naturaleza. Por supuesto, están facetadas para aumentar su luminosidad y su belleza natural.

En general, todas las piedras se tallan de forma estándar, pero este año la atención se centrará en las tallas ad hoc, que prevén que las piedras se tallen en un tamaño trazado específicamente.

Se trata de un corte ad hoc para joyas, especialmente en un collar y un conjunto donde hay diamantes de talla trapezoidal que crean curvas y formas particulares.

Massimo Bianchi fue el fotógrafo encargado de las maginificas piezas de alta joyeria .

Entre las celebridades asistentes: Kerry Washintong, Angela Bassett, Anitta, Helen MIrren, Future, Erling Haaland, Isabel Haugseng, Alessandra Ambrosio,  Andre Lamoglia, Blanco, Olivia Culpo, Christian McCaffery, Maya Jama, Leonie Hanne, Michelle Salas, Pelayo Diaz, Ola Farahat.

Alberobello – ciudad donde se presentó ALTA MODA

Alberobello, más conocida como «la ciudad de los trullos», se alza sobre una colina en el valle de Itria. Este pintoresco pueblo se llamaba antiguamente «Silva Arboris Belli» («Bosque del árbol hermoso»), de ahí el nombre actual de Alberobello.

Aunque diseminados por la campiña circundante, es aquí donde los trulli tienen su mayor concentración (unos 1.500). Su presencia confiere a la pequeña ciudad de Apulia un carácter verdaderamente único, hasta el punto de que en 1996 fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

El trullo es una vivienda típica del valle de Itria que surgió en el siglo XV tras un edicto de Fernando I de Aragón, rey de Nápoles, que imponía fuertes impuestos a los nuevos asentamientos.

En respuesta, los puglenses diseñaron viviendas fáciles de desmontar: estaban construidas con piedra caliza local, apiladas en seco (es decir, sin utilizar mortero), con bases sólidas y la característica forma cónica que permitía que la estructura se mantuviera en pie sin ayuda de soportes adicionales.

Si un funcionario del reino venía a cobrar impuestos, bastaba con retirar una piedra colocada en el vértice, llamada «piedra clave», y las casas se derrumbaban instantáneamente en montones de escombros.

Estas curiosidades arquitectónicas estaban rematadas por un pináculo que difería en forma y decoración de un trullo a otro, y que aún hoy puede admirarse.

Estos símbolos, colocados en lo alto de los tejados, tenían un significado espiritual, esotérico o propiciatorio. Construidos principalmente con materiales pobres, los trullos son fruto del ingenio de los habitantes de estas tierras, en particular del mastro trullaro, el aldeano encargado de su construcción.

Rione Monti es el distrito con mayor concentración de trulli, y su corazón es via Monte Nero, animada por el auténtico folclore de Puglia y los talleres artesanos tradicionales.

Aquí es donde los invitados de Dolce&Gabbana podrán descubrir la cultura, los sabores, los olores y los sonidos de esta hermosa tierra, tan única como las creaciones de Alta Moda. 

En las encantadoras callejuelas de Alberobello, podrá perderse en los olores y sabores de las numerosas tiendas de especialidades enogastronómicas y curiosear por los talleres artesanos locales que llevan generaciones transmitiendo antiguos oficios.

Los visitantes pueden disfrutar de exquisiteces culinarias -pasta fresca orecchiette hecha a mano, quesos de la quesería, pan cocido en horno de leña, tomates de secado al aire libre y aceite de oliva virgen extra de pequeñas fincas- y también admirar la auténtica artesanía de Puglia, aún elaborada a mano según las arraigadas tradiciones de la zona, como silbatos de madera, cerámicas, telas bordadas tejidas en telares antiguos y las encantadoras y algo misteriosas petine, pequeñas bolsas bordadas que contienen objetos de buenos deseos.

Cada producto elaborado en los talleres de la Via dei Mestieri es fruto de la tradición, el saber hacer y la pasión de los hábiles maestros del Valle de Itria.

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