Oppenheimer más allá de la historia

Por: Gabriela Ramos.

Hay un momento en el “fashion” de Oppenheimer que parece casi sacado de una película de superhéroes o de Indiana Jones.

De pie en su oficina en Los Álamos, J. Robert Oppenheimer (Cillian Murphy) se coloca su particular sombrero y toma una pipa; cada acción, con cada elemento se detiene ante la cámara del director Christopher Nolan. 

Nolan filma estas acciones desde atrás como si Oppenheimer estuviera vistiendo su armadura mientras emerge para liderar el Proyecto Manhattan, el extraordinario esfuerzo que en la Segunda Guerra Mundial resultará en el desarrollo del arma más poderosa: la bomba atómica.

Sus hombros son anchos. Su silueta es totémica, es una mezcla entre la sobriedad del científico y el poderoso proyecto que conlleva, con una mezcla de rockstar en su look. 

Sin embargo Oppenheimer: la película, deja claro que Oppenheimer: el hombre, no es en realidad un superhéroe ni una estrella de rock, aunque a veces pueda pensar en sí mismo como tal. 

La película de Nolan reconoce que su protagonista está profundamente en conflicto al ser el orquestador de una tecnología imposible para su tiempo que sin ninguna duda cambió el mundo.

La “Barbie” de Greta Gerwig ha dominado la temática sobre moda cinematográfica con sus conjuntos de color rosa intenso, pero para los entusiastas de la moda masculina, Oppenheimer podría ser en realidad el evento sartorial de la temporada. 

El hecho de que Oppenheimer tenga tan buen aspecto no es irrelevante para la trama. Nolan lo describe como un mujeriego (que lo era) y como alguien que puede crear un culto a la personalidad a su alrededor.

La gente se siente atraída por él no sólo por su brillantez sino por su suavidad general. En definitiva, la impactante imagen de Oppenheimer en la pantalla no es casual.

La conexión personal de Oppenheimer con el mundo de la gran sastrería es una cuestión de récord. Su padre, Julius, trabajaba en el mundo de la moda masculina.

Según American Prometheus: The Triumph and Tragedy of J. Robert Oppenheimer, la biografía en la que se basa el film, Julius tiene reputación de ser “uno de los hombres de las ‘telas’ más conocedores de Nueva York. 

A lo que el autor del libro alude que se vestía para adaptarse al papel, siempre adornado con una camisa blanca de cuello alto, una corbata conservadora y un traje oscuro.

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