PARIS FASHION WEEK FALL 24: CHANEL INFUNDIDA CON LOS AÑOS 20 Y 70

Llegó el último día de pasarelas en París y con ello el turno de Chanel. En su universo, donde la moda se convierte en un espectáculo de innovación y sofisticación. Bajo la dirección creativa de Virginie Viard, al ritmo de la canción «Red Light Green Light For Club Play Only» la pasarela de Chanel nos llevó a un viaje a través de la excelencia artesanal y la visión vanguardista.

A lo largo de un paseo marítimo con una vista proyectada al cielo y al mar, el aspecto de apertura de la colección CHANEL Otoño-Invierno 2024/25 introduce un abrigo largo con cinturón y un sombrero de ala ancha en rosa suave que evoca la elegante visión de Virginie Viard de una silueta femenina y romántica infundida con inspiraciones de los años 1920 y 70.

Cada desfile es un escaparate de prendas exquisitamente confeccionadas, fusionando la tradición con la modernidad. Las emblemáticas tweeds, las perlas, y el inconfundible logotipo entrelazado son protagonistas en un ballet de estilo que redefine la elegancia parisina. La pasarela de Chanel no solo presenta moda; crea un mundo donde la feminidad es sinónimo de audacia que se encuentra con la feminidad.

Bajo las luces deslumbrantes y un mini film protagonizado por Penélope Cruz y Brad Pitt introdujo el desfile otoño/invierno 2024. Un homenaje a la película “Un Homme Et Une Femme” del director francés Claude Lelouch, captura el comienzo de una historia de amor en Deauville, lugar querido por la maison y que inspiró la colección presentada por Virginie Viard. La película fue dirigida por Inez y Vinoodh.

El runway conformado por 72 propuestas lució en los tradicionales colores de la firma: rosa, verde, amarillo pastel y seleccionados negro y blanco. Cada detalle, desde la arquitectura del escenario hasta la selección de música, está meticulosamente diseñado para sumergir al espectador en la visión artística de la casa de moda. La pasarela en ready to wear lució en propuestas con riqueza en telas y en propuestas de vestidos largos adornados con un cinturón, trajes sastre, faldas y sombreros prominentes que hacen de este runway un guiño a la sutileza de los años 20. Los accesorios estuvieron presentes con los bolsos y los lentes de la maison, no olvidando el calzado que en su mayoría fueron botas.

Chanel no solo celebra la moda; celebra la historia, la innovación y la eternidad. La pasarela de Chanel es más que un desfile de moda; es un testimonio de la capacidad única de la marca para evolucionar sin perder su esencia.

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