Valentino Pre-Fall 2026: Nuevo minimalismo de Alessandro Michele

VALENTINO PRE-FALL 2026: CUANDO EL SILENCIO SE VUELVE LUJO


Alessandro Michele descubre que la pausa también es una forma de poder.


En Valentino Pre-Fall 2026, Alessandro Michele hace algo inesperado incluso para él: se detiene, observa y decide no llenar todos los espacios. El resultado no es silencio vacío, sino un nuevo lenguaje. Uno que se construye desde la sustracción, desde la pausa y desde una idea poco habitual en su imaginario: la calma.

Esta colección no es un borrón y cuenta nueva. Es una conversación interna, un ajuste fino. Un Michele que, por primera vez, parece preguntarse no qué más puede añadir, sino qué ocurre cuando deja algo fuera.

EL REGRESO DEL ROCKSTUD, PERO SIN NOSTALGIA

El Rockstud reaparece, sí. Pero no como souvenir del pasado ni como gesto complaciente. Michele lo observa con distancia, lo desarma y lo recompone desde una lógica más afilada y contemporánea. Tacones de puntera cuadrada, formas cónicas, acabados metálicos precisos. Menos ruido, más intención.

El motivo, profundamente ligado a Roma y a la arquitectura de sus puertas, deja de ser decorativo para volverse estructural. No adorna: define. Es un Rockstud que no busca atención inmediata, pero que se queda en la memoria.

Foto cortesía de Valentino.

CUANDO EL MAXIMALISMO APRENDE A RESPIRAR

En la ropa femenina, Michele ensaya algo casi terapéutico: reducir sin perder carácter. Las siluetas dialogan con los años 80 (hombros elevados, bloques de color, tejidos fluidos) pero sin caer en la literalidad. Todo está más contenido, más depurado.

Vestidos con estampados de archivo, prendas inspiradas en la lencería, piezas de lino y popelina conviven con chaquetas de cuero contundentes y abrigos de borrego. El contraste sigue ahí, pero ahora está controlado. No abruma: seduce.

Foto cortesía de Valentino.
Foto cortesía de Valentino.

EL LUJO TAMBIÉN SE JUEGA EN LOS ACCESORIOS

Los accesorios toman un rol central, casi narrativo. El nuevo bolso DeVain aparece en múltiples versiones, insistente, casi obsesivo. No es casualidad. Michele entiende que el deseo contemporáneo se construye desde la repetición y la accesibilidad sin perder identidad.

Zapatos, bolsos y detalles se convierten en la forma más directa de entrar al universo Valentino: piezas que condensan la visión creativa de la casa y la hacen tangible, cotidiana, coleccionable.

Foto cortesía de Valentino.

MASCULINO, LIMPIO, SIN ESFUERZO APARENTE

La propuesta masculina continúa esta búsqueda de claridad. Siluetas amplias, cortes limpios, tonos tierra y una sensación de ligereza visual. Aquí, la ornamentación aparece solo cuando es necesaria: un bordado puntual, una superposición inesperada, un guiño deportivo que rompe la rigidez.

Es un masculino que no busca imponerse, sino acompañar. Que entiende la elegancia como algo que ocurre sin esfuerzo visible.

UN NUEVO VALENTINO NO GRITA, SUGIERE

Pre-Fall 2026 no busca convencer a todos. Y quizás ahí reside su fuerza. Alessandro Michele no reniega de su pasado ni de su estética, pero decide mirarla desde otro ángulo. Más silencioso. Más selectivo. Más libre.

Valentino entra en una etapa donde la elegancia no se define por lo que se muestra, sino por lo que se elige dejar fuera. Y en ese gesto (tan simple, tan complejo) la casa italiana encuentra una nueva forma de avanzar.