Jason Fernández Birchwood: pasión, disciplina y naturaleza

JASON FERNÁNDEZ BIRCHWOOD: EL FUEGO DETRÁS DEL SILENCIO


Un actor que combina la introspección con la entrega física, el temple con la emoción. Jason Fernández Birchwood habla de su amor por la naturaleza, el entrenamiento, la actuación y el tiempo —el verdadero lujo de la vida—. Realización: Luis Téllez y Adaptación: Emilio Gala 


Créditos:
Director editorial: @gerardangulo
Fotografía: @sergiognzalez
Entrevista: @luistellez
Adaptación: @e.gala_
Talento: @jasonfernandezbirchwood
Stylist: @cateoniwiki
Grooming: @jesusdepaula usando @yslbeauty & @shuuemura
Producción: @saikprod @alejandromunoz @newcarlosieira
Asistente de fotografía: @alvcoro @adolfocarceller
Venue: @olivos_82
Agradecimientos: @alejandromadridconesa @garaytalentoficial

Jason no necesita alzar la voz para dejar una impresión. Tampoco necesita estar rodeado de reflectores. Su energía, como la lava que se esconde bajo la superficie, hierve con una fuerza tranquila pero imparable. Acaba de regresar de rodar en las Islas Canarias, bajo la dirección de Martin Campbell, en una cinta titulada Just Play Dead. Pero su corazón sigue dividido entre el campo, la interpretación y la adrenalina del deporte: «Mi vida se basa en entrenar, en pasarlo bien haciendo deporte, con mi familia, con la gente muy cercana a mí y tener una vida muy tranquila». 

Jason no se disfraza para las redes, tampoco juega a ser alguien más: «Descargué Instagram en 2018, creo que fue bastante tarde. Al final, lo que trato ahí es compartir mis pasiones que son tanto la naturaleza como la interpretación». La actuación no llegó por accidente: es casi genética. Su madre —directora de teatro— fundó una compañía que hacía puestas en escena en inglés para niños en España: «Desde los siete años, siempre he actuado, entonces, es una de mis pasiones desde que tengo uso de razón».

Y aunque nació y creció en España, su lengua materna es el inglés. Se mudó a Londres a los diecisiete años para estudiar arte dramático. «Yo leo y escribo en inglés, entonces estaba más enfocado al inglés». Pero al terminar sus estudios, decidió volver a España: «Regresé porque ya tenía los contactos hechos. Conocía a un representante, conocía un poquillo del mundo. Entonces, España me dio la oportunidad de volver a creer en ese sueño de niño —ser actor—. Y me dio la oportunidad, después de muchísimos castings fallidos y de mucha guerra —que seguimos teniendo al día de hoy— de interpretar frente a la cámara».

Total look, Fendi.
Total look, Fendi.

DEL DESIERTO AL SET

Ese “poco a poco” tuvo un punto de inflexión: Strange Way of Life, el cortometraje de Pedro Almodóvar que coprotagonizó junto a Ethan Hawke y Pedro Pascal: «No fue que de repente empezaran a llegarme castings. La vida del actor estándar —no del actor estrella— no cambia: sigues trabajando día a día, como siempre. Pero lo que sí me dio, además de la oportunidad de trabajar con esa gente maravillosa, fue una red de contactos pequeña que me permitió abrirme un hueco en Inglaterra. Y gracias a Strange Way of Life, conseguí una representante en Inglaterra y, gracias a ella, me han llegado varios castings. La película en la que ahora estoy es junto a Samuel L. Jackson, Eva Green y María Pedraza».

Trabajar al lado de su pareja —aunque sin compartir escena— fue una experiencia curiosa. «Poder ir a un set de rodaje con tu pareja y trabajar sobre el guion, porque estás viendo cómo trabaja el otro personaje que forma parte de tu historia, es bastante curioso. Profundizas mucho más en la historia y es muy divertido. Me encanta».

Jason no actúa con máscaras: se mete de lleno, literalmente. Para interpretar a un personaje agresivo en El refugio atómico, se metió a boxear tres meses. Terminó con la nariz rota y una costilla fisurada: «Soy una persona que ama vivir. Me encanta sentir ciertas emociones y, a través de los personajes, puedo vivirlas». En otro papel, como un surfero fumador, incluso fumó por un tiempo breve: «Para probar qué era esa sensación, a dónde ibas, cómo era su habla. Entonces, te permite conocer una parte de ti que, si no fuera por ese personaje, yo no hubiera conocido».

«Como actores podemos vivir un montón de emociones, de sentimientos, de viajes… que jamás viviríamos en una vida normal»

Total look, Fendi.

DE JUAN ROMERO A LOS RITOS PERSONALES

Este año también lo vimos como Juanlu, en La Suerte, una serie de casualidades de Disney+, donde un torero joven enfrenta el peso del legado: «Pude sacar mi lado más castellano, mi lado más español. También me inspiré mucho en Manzanares, y vi un montón de documentales y entrevistas». Y aunque no pudo prepararse tanto como hubiera querido, el traje fue clave: «Fui a probarme el traje a un sitio de sastrería de toreros. En ese momento había otros toreros de verdad probándose trajes y me miraban como si yo fuera torero, no como actor». 

Total look, Prada.
Camisa, Kenzo.

TIEMPO: EL LUJO REAL

Cuando se le pregunta por su idea de lujo, no lo duda: el tiempo. Y lo dice como quien lo ha reflexionado muchas veces: «Para mí, el éxito es levantarme por la mañana y acostarme por la noche, haciendo lo que me apetece hacer. Hacer lo que yo quiero con el tiempo es un privilegio. Tengo la grandísima suerte de que muchos días los paso así: despertándome por la mañana a la hora que quiero —que suele ser bastante temprano— y usando mi tiempo como yo quiero. Y eso sucede porque he definido muy bien que mi prioridad es mi tiempo».

No le interesa salir de fiesta: «al día siguiente pierdo mucho tiempo», pero sí celebrar la vida con los suyos. En caso de un cataclismo, confiesa: «Creo que la pasaría con mi familia: mis padres, mis hermanos, mi novia. En mi casa —en la que vivimos en el campo— con canciones, música, bailando, actuando… Sentados, con la chimenea puesta, esperando a que el mundo nos devore».

Camisa, Kenzo.
Total look, Dsquared2.

LO QUE VIENE

Antes de cerrar el año, Jason estrenará, el 23 de diciembre, en Netflix, la serie Innato. Un proyecto que le tocó fibras profundas: «Me recordó a una etapa de mi vida en la que fui entrenador de fútbol, ese vínculo que creas con el equipo, como te ven los chavales con esa figura de héroe». Y aunque sigue mirando hacia adelante con paciencia y calma, sabe que su trayectoria va en ascenso: «Me gusta que me lleguen las cosas cuando estoy 100% preparado, sin lanzarme a hacer cualquier cosa por necesidad».

Con esa mezcla de disciplina, pasión y silencio que lo define, Jason Fernández Birchwood se sigue consolidando como uno de los actores más magnéticos de su generación. No necesita gritar para dejar huella. Basta con observarlo.