MORAT: VIBRANDO EN UNA SOLA ARMONÍA

Lo que comenzó como el sueño de sólo hacer música ha escalado hasta llegar a conectar con miles de personas “Antes de que amanezca”; Morat son cuatro personalidades tan distintas que en conjunto crean una melodía que transmite energía positiva.

Créditos:
Director Editorial: @gerardangulo
Realización: @sergiovalenzuelach
Fotografía: @juandjj
Grooming: @kerenmakeupart
Coordinación de moda: @michortizand
Asistentes de moda: @vanecl.__ @axlwearru
Asistente de fotografía: @luiscavazosr
Entrevista: @annabrennda

De Colombia, con una energía que se contagia desde el primer instante, me reuní con los cuatro integrantes de Morat: Simón y Martín Morales, Juan Pablo Villamil y Juan Pablo Isaza para conversar sobre aquella fraternidad que los caracteriza desde hace más de 20 años y que en la actualidad es una de sus fortalezas musicales más inspiradoras en el medio.

Desde la individualidad, cada uno con su distintiva personalidad ha aportado a la agrupación una pieza en el rompecabezas que en conjunto forma Morat y es justo eso, uno de los elementos más interesantes de su proyecto con más de 13 años de historia.

Lo que comenzó con la idea de crear música ha ido evolucionando hasta convertirse en una banda que se conoce perfectamente y que lo refleja en cada una de sus canciones, aquellas que mandan un mensaje y mantienen una energía indescriptible que contagia a sus miles de fans.

De tal manera es como llegan a NOIR, con ese mensaje transformador y a la vez con un estilo que con el paso del tiempo han descubierto. Tal como lo confiesa Martín: “Hemos hecho un ejercicio consciente con nuestro proyecto, de elevar también la parte estética en diferentes niveles”.

“Cuatro personas tan distintas con cuatro estilos tan distintos hemos logrado encontrar la manera de hacernos encajar para que cuando estamos en escena se vea coherente, es algo que siempre hemos tenido en nuestro checklist, hacer más cosas de moda”, agrega.

Y es que la música y la moda no son dos mundos paralelos, sino todo lo contrario, ambos convergen de una manera tan natural que es imposible que uno esté sin el otro. El gran ejemplo se plasma en la visión actual de Morat, que, aunque en un principio su enfoque era la música, evolucionaron para darse cuenta que la moda también influía en lo que querían reflejar.

Sobre ello, Simón apunta: “El tema de cómo nos vestimos y cómo nos vemos es algo que hemos entendido más con el tiempo, cuando empezamos la banda esto era algo más de hacer canciones, tocar, dar conciertos, ese era el objetivo principal”. Su propio estilo lo descubrieron en el proceso de crecimiento, incluso, la llegada de Martín fue un gran parteaguas para ello, debido a su marca de ropa y conocimiento en el diseño.

Aunque en una de sus eras, decidieron optar por el negro como su color insignia, se dieron cuenta que definir una nueva estética era necesario para sentirse más cómodos y reflejar lo que en realidad les gustaba: “Cómo lograr que cuando estuviéramos juntos se viera como una unidad, ha sido un proceso largo y divertido, estamos en un momento chévere en ese sentido”, comparte Simón.

A todo esto, ¿quién los inspira en la música y la moda? Sin pensarlo mucho, Juan Pablo Villamil respondió que, en la moda, David Beckham es un gran referente para él, aunado a su fanatismo pambolero por el Manchester United, mientras que The Beatles lo son en la música. Para Martín Morales, Tyler, The Creator es esa inspiración que conjuga lo mejor de los dos mundos con su propuesta tan disruptiva y relevante.

Mientras que para Juan Pablo Isaza, sus referentes llegan de las bandas de britpop de aquellos años 90, y en la actualidad con The Kooks, en la música, The Beatles, Bleachers y en particular, con el productor, Jack Antonoff. Por último, para Simón en la parte de la moda, Ezra Miller, Iris Van Harpen y KidSuper Studios, y en la música, The 1975 es esa banda que lo obsesiona en este momento.

Una fraternidad inquebrantable

Los integrantes de Morat se conocen desde que tienen 5 años, algo que no sucede con muchas bandas en la industria, y es justo eso, lo que los hace especiales y formar una familia que se va fortaleciendo día con día. “Nuestra mayor fortaleza es nuestra amistad, nuestra confianza en el uno y en el otro, siempre hemos visto esto como un sueño”, comenta Juan Pablo Villamil.

“Hacer música y no solo eso, hacer música con amigos, es lo que siempre nos imaginamos y afortunadamente sigue vivo hasta la fecha y lo bueno es que cada vez pinta mucho mejor. Somos cuatro personas completamente distintas, de alguna manera ese conocimiento del otro genera una camaradería especial que genera puntos de tangencia diferentes a los que podría generar cualquier otro tipo de relación”.

Lo anterior se ve reflejado en su trabajo y en cada uno de los procesos de su arte. Juan Pablo Isaza añade: “El conocimiento uno del otro es como nuestro fuerte y una de las cosas más importantes, la relación es muy armónica en el sentido que cada uno tiene como un rol muy específico, creo que eso de alguna forma define el hecho que seamos un buen equipo. Cada uno sabe cuál es el área en el que aporta y ahí se va desenvolviendo”.

“Antes de que amanezca”

Para ellos, vivir la música y poder compartir esa energía con sus fans en vivo, es toda una experiencia, basta recordar que Morat fue una de las primeras bandas en regresar a los escenarios para conectar después de la pandemia. Eso mismo es lo que los ha llevado a su gira más importante y ambiciosa hasta el momento “Antes de que amanezca” con la que cumplen la promesa de tocar en estadios, la cual comienza en Madrid y termina con dos Foro Sol en Ciudad de México.

“Es la gira más grande que hemos hecho hasta ahora, el hecho de que solo sea en estadios supone algo, es algo que siempre hemos soñado, yo creo que todo artista cuando empieza su sueño siempre es tocar en un estadio, queremos que sea como siempre nos lo imaginamos”, confiesa Juan Pablo Isaza.

La gira cierra en Ciudad de México en un país que les ha abierto los brazos y acogido de una manera incondicional, comenzaron tocando en un Plaza Condesa, que luego se convirtió en un Teatro Metropólitan y escaló hasta el Auditorio Nacional, Palacio de los Deportes hasta llegar a un Foro Sol, lo cual indica su crecimiento y ascenso musical.

“Hemos tenido una gran fortuna de poder conocer el país muy a profundidad con la música, probar su comida, conocer gente, ver las maravillas que tiene, yo me siento como en casa”, comparte Simón. Por su parte, Isaza agrega: “Siempre que tocamos en Ciudad de México suele ser una parada muy reconfortante porque la conexión que tenemos con el público es muy pura y para nosotros es como una zona de confianza y energía, está bonito que cierre en México para que deje un gran sabor, el recuerdo más fresco”.

Mantener la energía positiva

Hoy, ese sueño de tocar en estadios se hizo realidad, ¿y qué sigue para Morat? La respuesta es inmediata, Isaza señala: “Colaborar entre nosotros cuatro durante el mayor tiempo posible y ver qué pasa, ya nos dimos cuenta que con 13 años pudimos desbloquear un sueño que siempre quisimos hacer como son los estadios. La curiosidad por ver qué está del otro lado del tiempo, qué pueda pasar y a nosotros juntos haciendo música”.

Simón completa: “También, la idea de que nuestra música tenga un impacto positivo en el contexto en el que habitamos, empezando por Colombia, pero ojalá llegando a muchos más lugares, más allá del confort y la magia de ver a un artista y oír música que a uno le gusta. Venimos de un país no sólo con muchas dificultades, sino que también, nosotros hemos sido muy privilegiados toda la vida y creo que esa es una cosa que es importante devolver de alguna manera”, agrega.

¿Dónde se ve Morat en un futuro? Los cuatro coincidieron en unísono: Juntos haciendo más música, traspasando fronteras, conectando con más gente y manteniendo siempre su energía positiva, porque eso es lo que los ha llevado hasta donde hoy se encuentran, una de las bandas latinas más importantes y queridas de la industria, así es Morat.