Simone Baldasseroni x NOIR

SIMONE BALDASSERONI X NOIR


Con tan solo 25 años de edad y una carrera aún más exitosa por delante, el artista multitudinario Simone Baldasseroni, es la personificación de que los bionde si divertono di più (los rubios se divierten más).


Portada Simone Baldasseroni aka. Biondo

Créditos:

  • Fotografía Caterina Gill
  • Estilismo Laura Caufapé
  • Texto Luis Téllez

Seguramente lo recordarán por su más reciente hazaña en Netflix, Fabbricante di lacrime, o por alguna de sus pegajosas letras e interesantes melodías bajo el nombre de Biondo. Este multifacético artista italiano no tiene planes de parar, plantándose como una de las rising stars más brillantes de su generación.

Mientras disfrutaba de una merecida vacación en la isla de Mallorca rodeado de su familia, platicamos con una de las personalidades más prometedoras de la bellísima Italia. Su nombre es Simone Baldasseroni, pero también responde a Biondo, palabra italiana que se traduce a rubio en español y stage name con el que sus fieles seguidores lo conocen desde sus pininos: ‘Esta es una historia graciosa. Cuando era niño, más o menos a los trece años de edad, todos mis amigos me empezaron a decir biondo por mi cabello, y cuando lancé mi primera canción, sobre el primer amor de mi vida, no sabía que nombre ponerle en el título de YouTube y le puse mi apodo, y desde entonces soy Biondo’.

Contrario a lo que uno podría pensar, Biondo no es un alter ego de Simone, de hecho, presume que son uno mismo: ‘La única diferencia es que separo mis cosas personales de las profesionales; pero no, somos la misma persona’.

DE SIMONE BALDASSERONI A BIONDO

Su incursión en la industria fue a muy temprana edad. Empezó a cantar cuando tenía apenas doce años y a los dieciséis ya había lanzado su primer sencillo: ‘La música es una forma de arte, una forma de compartir tu corazón. Nunca me voy a arrepentir de ser músico y compositor porque son parte de mi pasado, y es el pasado mismo lo que moldea nuestro presente y futuro’.

Cuatro álbumes después, y tras una autoimpuesta reevaluación y reinvención de carrera, llegó la actuación: ‘Para ser honesto, la transición fue sumamente fácil, sin ningún problema […] Cuando tenía 18 o 19, empezaron a ofrecerme papeles y los rechazaba porque no me llamaban la atención; hasta que en 2019 pude compartir pantalla con Marco Giallini, mi actor italiano favorito. Dije sí, solo hazlo. Fui a la audición, me sentí muy cómodo enfrente de la cámara y me aceptaron. Luego me empezaron a contactar para hacer más proyectos’.

DE CANTANTE A ACTOR

Fabbricante di lacrime de Netflix es su hazaña actoral más reciente. Basada en una novela de Erin Doom, sigue la historia de amor entre Rigel (Baldasseroni) y Nica (Caterina Ferioli), un par de huérfanos cuya vida toma un giro inesperado tras ser adoptados por la misma familia. En medio de esto, una antigua leyenda gira a su alrededor, la del fabricante de lágrimas, un misterioso artesano que fabrica todos los miedos y ansiedades que viven en el corazón humano. Una trama juvenil con tintes oscuros y misteriosos que ha cautivado a todos los suscriptores. ¿Qué aprendió de su personaje? ‘¡Que puede ser icónico!’.

Aterrizar en la industria cinematográfica era simplemente cuestión de tiempo: ‘Creo que si eres un verdadero actor, tienes que estudiar, sí, pero no tanto. Creo que uno nace actor. Desde muy pequeño actúo, paso de un personaje a otro; básicamente siempre actúo en mi vida, por eso, darle vida a Rigel no fue un reto para mí’. El arte siempre ha estado presente en su vida, pero de diferentes maneras y en distintos momentos de su vida: ‘A los doce quería ser chef porque me encantaba cocinar, inventar recetas y esas cosas. Luego vino la música y ahora la actuación. El arte es todo lo que puedas crear con tu propia personalidad y que nadie puede cambiar la forma en la que lo haces’.

SIMONE BALDASSERONI Y LA MODA

Pasando a otras formas de expresión, nos enfocamos en la moda, un concepto que sin duda juega un papel importante en su carrera y en su día a día: ‘Desde que soy más exitoso, tengo acceso a marcas más grandes; y yo con mi stylist y mis socios decidimos qué es lo mejor para mí, vamos decidiendo si quiero esto o lo otro; pero sí, es una de mis pasiones, me encanta’. No hay elementos fijos que precisen su estética, de hecho es algo que fluctúa: ‘No sé, depende de las cosas que em rodean, las películas que veo, la música que escucho…’. Actualmente, la onda baggy y old money son dos estilos que reinan en su estética personal, pero, como la moda misma, esto puede cambiar de una temporada a otra.