GUSTAVO EGELHAAF: UN ACTOR, VILLANO Y SER HUMANO

---

Gustavo Egelhaaf es un actor que ha conquistado el escenario y la pantalla con su talento, y carisma.

---

Gustavo Egelhaaf con NOIR, ha tenido una exclusiva entrevista en dónde nos ha compartido sus emociones y sobre todo nos cuenta su forma de vivir el cine y el teatro.

Su carrera está marcada por una serie de éxitos y reconocimientos que reflejan su compromiso con la actuación. Encontramos a Gustavo gustoso de ser parte del elenco de la obra de teatro de Cabaret interpretando a ‘Cliff’ y siendo el villano Diego en la película ‘Mesa de Regalos’.

Para este proyecto el actor nos compartió que disfrutó del poder jugar con su personaje ‘lo entendía tan bien que me divertí todo el tiempo, improvisé y quedaron la mayoría en la película, en teatro te tienes que regir mucho más en el guion, sobre todo por ser una música tan grande’.

Aprovechando este gran momento le cuestionamos sus procesos, miedos, pensamientos e inspiraciones.

“En este momento cumplo un año en Cabaret, ya empezamos gira con Itatí Cantoral y Flavio media, tengo un equipo espectacular, me han tocado seis Sally’s diferentes, vengo de reunión de Mesa de Regalos, los amo, nos divertimos muchísimo son proyectos que me encantan.”

Con una trayectoria en constante ascenso, Gustavo sigue demostrando que es un artista capaz de transformarse y sorprender en cada interpretación, dejando una huella imborrable en el mundo del entretenimiento. El recorrido de Gustavo por el mundo del cine ha sido notable. Con cada papel, ha demostrado su capacidad para abordar una amplia gama de géneros, desde las comedias románticas que hacen reír y soñar, hasta los thrillers de acción que mantienen al espectador al borde de su asiento. Su actuación en Cuatro Lunas le valió el Premio Bravo a Mejor Actor, un reconocimiento que subraya su talento y dedicación. 

“Me defino como una contradicción caminando por la vida, soy todo y nada al mismo tiempo, soy una persona que antes creía que solo era actor y ahora es muchas otras cosas; siento que antes me definía mi profesión. Ahora me doy cuenta que todo tiene que ver con mi educación mi esencia y mi esencia es algo que se modifica y me encanta cuando sucede, muchos años viví en la prisión de mis propias ideas, pensando en quién tienes que ser porque así me lo dictaba la sociedad pensando en un hombre claro con ideas  muy fijas y eso no me sirvió… Cuándo me di cuenta de que eso no me servía  y que me di cuenta de que sabía menos de lo que creía, se abrió el mundo y fue de ¡Claro, no se nada, me voy alimentando en lugar de reducirse!”

Con un carisma que invita a tener una plática extensa, es cómo hemos llegado al momento de hablar de las rutinas, de las preparaciones y de los retos, “Soy muy noctámbulo, la noche es mi momento de crear, me pongo a leer, escribir. Cuándo tengo trabajo al siguiente día me levanto temprano, porque sé que tengo ensayo, análisis de texto, llegó a ver a casa documentales que se ambientan en el proyecto en el que esté en el momento, ahí es mucha disciplina, pero hay etapas, amo eso de mi profesión.”

En el escenario, Gustavo encuentra una conexión directa con el público, cautivando con cada actuación y dejando una impresión duradera, le cuestionamos sobre su proceso para la preparación de personajes a lo que respondió que “me funciona mucho la creación de personaje, el intentar locuras, equivocarme, algo que no me daba permiso en mi joven actor, esto es para encontrar que si va a funcionar y para eso hay que equivocarse muchísimo. Aprendí mucho de Ilse Salas y de Irene Azuela, vi su valentía y con el director acordamos que sí y que no funcionaba. Se me da mucho la improvisación y veo con mis directores que queda mejor.”

Para concluir la entrevista le cuestionamos sobre su inspiración, a lo que respondió que le inspira la existencia “el hecho de saber por qué alguna persona eligió esos zapatos es algo que me llega a inspirar.”

Con gozo, agradecimiento y plenitud es como hemos encontrado este momento actoral y personal de Gustavo Egelhaaf.