Qué significa tener buen gusto y si realmente se puede aprender

¿SE NACE CON BUEN GUSTO O SE APRENDE CON EL TIEMPO?


¿Es innato o se cultiva? Reflexionamos sobre qué significa tener buen gusto hoy, y cómo se cruza con lo social, lo estético y lo que somos.


A veces me pregunto si el gusto se hereda, como el color de los ojos o la forma de caminar. O si es algo que una aprende, imitando a las mujeres que admiramos, leyendo entre líneas lo que el mundo dicta que está bien. ¿Qué significa tener buen gusto? ¿Saber qué ponerse o saber cuándo no hacerlo? ¿Vestir con coherencia o romper con todo sin perder el estilo? Entre tendencias y referencias infinitas, la verdad es que el gusto no siempre tiene que ver con moda, pero siempre se refleja en ella.

TENER BUEN GUSTO NO ES LO QUE TIENES, SINO CÓMO LO USAS

Tener buen gusto no se trata de acceso, ni de precios, ni de marcas. Es una forma de editar el mundo y contarte a través de él. Se ve en cómo eliges una blusa blanca o cómo combinas el sillón de tu abuela con algo nuevo. El gusto no es sinónimo de lo caro, es una sensibilidad cultivada que atraviesa lo visual, lo emocional y lo cotidiano. A veces es imperceptible, pero siempre se siente cuando está presente.

SE NACE, SE HACE O SE IMITA

Hay quienes juran que se nace con estilo. Pero también hay quienes lo aprenden viendo cómo otras mujeres habitan su ropa, su casa, su vida. Crecer con referentes claros ayuda, sí, pero también equivocarse y probar. Tener buen gusto no es seguir reglas, sino entender cuáles romper. Y sobre todo, entenderte a ti misma en el proceso. Si se aprende, probablemente lo hacemos de forma intuitiva, absorbiendo desde la infancia todo lo que luego se vuelve identidad.

ENTRE TENDENCIAS Y AUTENTICIDAD

Hoy que todo se documenta, el gusto se vuelve visible y a veces, performático. Las tendencias nos dan herramientas, pero no la fórmula. Ahí es donde muchas se pierden: entre imitar lo viral y olvidar lo personal. Tener buen gusto no significa ir con todo lo nuevo, sino tener criterio para elegir lo que te hace sentido. Y a veces, eso es simplemente saber decir “no” a lo que todas quieren.

UN DETALLE SUTIL, UNA FORMA DE ESTAR

El gusto no siempre es espectacular. A veces está en cómo se acomoda el pelo detrás de la oreja, en la elección de un color que nadie nota pero tú sí. Se expresa en lo pequeño, en lo aparentemente insignificante. Porque más que estética, es una forma de estar en el mundo. Una seguridad tranquila, una voz que dice: “esto soy yo”.