Adèle Exarchopoulos protagoniza la nueva campaña de Lacoste

LACOSTE & ADÈLE EXARCHOPOULOS: VERANO SIN FILTROS, PURA ACTITUD Y ESTILO EFFORTLESS


Lacoste y Adèle Exarchopoulos firman la campaña más cool, fresca y sin poses del verano.


Hay algo en el verano que lo suaviza todo —el ritmo, la luz, los movimientos. Y Lacoste ha sabido capturarlo con una campaña que se siente como una siesta con la ventana abierta: íntima, luminosa, sin filtros. La protagonista no podía ser otra que Adèle Exarchopoulos, musa del cine francés contemporáneo y sinónimo de naturalidad arrolladora. El resultado: una cápsula visual dirigida por Alexandr Bassard, con dirección creativa de Tina Kunakey y fotografía del inconfundible Martin Parr.

Pero esto no es un fashion film cualquiera. Es una no-historia perfectamente coreografiada para que parezca improvisada.

¿QUÉ PASA CUANDO EL VERANO DE LACOSTE NO NECESITA ARGUMENTO?

Todo comienza en una habitación básicamente inundada por el sol. Adèle se despierta sin prisa, despeinada, con un polo blanco resbalando por el hombro y un vaso de agua en la mano. No hay maquillaje visible, ni un encuadre dramático, ni una narrativa que explicar. Y sin embargo, todo comunica: es verano, hace calor, y la única acción necesaria es estar.

Cada plano parece capturado por un amigo —cómplice, cercano— que no interrumpe, solo observa. La cámara flota, se desliza, se acerca sin invadir. Y Adèle se mueve con esa soltura que solo tienen los que no fingen.

Campaña Lacoste ‘Una tarde de verano con Adèle Exarchopoulos’.
Campaña Lacoste ‘Una tarde de verano con Adèle Exarchopoulos’.

¿CÓMO SE VISTE EL DESEO CUANDO NO SE PRETENDE SEGÚN LACOSTE?

El estilismo de Sarah de Mavaleix entiende el lenguaje de la piel sin necesidad de mostrarla. Polos blancos, jerséis oversized, faldas que podrían ser prestadas —o robadas— del armario de alguien querido.

Hay una sensualidad que no grita, que no busca la atención pero la retiene. Todo es amplio, ligero, como si la ropa flotara en el mismo aire espeso del verano. La estética blanca no es casual: es una elección que limpia la escena y pone todo el foco en la actitud.

¿POR QUÉ ESTA CAMPAÑA SE SIENTE TAN REAL (AUNQUE SEA COREOGRAFIADA)?

Porque juega con la ilusión de lo espontáneo, y lo hace muy bien. No hay poses estudiadas ni edición grandilocuente. Solo gestos cotidianos —abanicarse, mirar por la ventana, sumergirse en una piscina— que se elevan a poesía visual gracias a una dirección milimétrica.

Martin Parr aporta su estilo documental, capturando momentos que parecen robados, pero están perfectamente encuadrados. La fiesta en la piscina no es una explosión de euforia, sino una escena ralentizada de cuerpos flotando, risas apagadas y miradas cruzadas.

Campaña Lacoste ‘Una tarde de verano con Adèle Exarchopoulos’.

¿Y SI LO MÁS ATRACTIVO FUERA NO HACER NADA?

Eso es exactamente lo que plantea Lacoste con esta campaña: que el verano no exige acción, solo actitud. Y nadie encarna mejor ese arte de estar que Adèle.

Esta tarde de verano no es solo una campaña. Es un mood. Una forma de habitar el calor sin sudarlo. De vestirse sin disfrazarse. De mirar a cámara —o no— y aun así quedarse grabada en la retina.

Hay campañas que se olvidan cuando se acaba el video. Esta se queda flotando como una canción suave en la cabeza. Porque más que contarte una historia, te invita a sentirla.