McQueen SS26: Siluetas icónicas y accesorios de ensueño

MCQUEEN SS26: ENTRE EL DESEO Y LA LIBERACIÓN


El Poder Primitivo de McQueen SS26.


Entre cortes que revelan, tejidos que envuelven y siluetas que desafían la gravedad, McQueen SS26 nos invita a explorar lo más primitivo del deseo humano. Seán McGirr reinterpreta los códigos de la casa: el icónico bumster, la sastrería impecable y la corsetería liberada conviven con estampados de insectos, texturas orgánicas y accesorios escultóricos.

Es una colección que respira, que late y que se mueve con la tensión entre orden y libertad, cuerpo y naturaleza, instinto y control. Aquí, la moda no solo se viste: se siente, se vive y se deja llevar.

¿CÓMO SE REINVENTA LA SILUETA ICÓNICA DEL ‘BUMSTER’?

McQueen rinde homenaje a su clásico ‘bumster’, esa hendidura estratégica que transformó la sastrería contemporánea. Ahora, se desplaza con libertad de pantalones a faldas, enfatizando la corporeidad y el movimiento. Los cortes no solo revelan piel, también narran la historia de la mujer que se enfrenta, que resiste y que se libera.

Desfile de McQueen Primavera-Verano 2026, París.
Desfile de McQueen Primavera-Verano 2026, París.

¿QUÉ PAPEL JUEGA LA NATURALEZA EN LA COLECCIÓN?

La naturaleza es poderosa, cruda y seductora. Desde carapas de plástico con ‘tapeworms’ aparentes hasta corpiños de yeso que parecen moldes para heridas, McGirr explora la conexión entre cuerpo y entorno. La colección nos desafía a ceder a nuestros instintos más primarios, cuestionando los límites impuestos por la sociedad y el orden.

¿CÓMO SE REDEFINE LA SASTRERÍA Y LA CORSETERÍA?

Las chaquetas y corpiños no son solo prendas: son esculturas urbanas. Cada corte, cada hebilla y cada bolsillo desplazado exploran la sastrería desde un prisma contemporáneo. La comodidad convive con la tensión, la tradición con la innovación. El bustier se libera de reglas antiguas y se adapta a los contornos del cuerpo, recordándonos que la moda puede ser tanto estructura como gesto.

Desfile de McQueen Primavera-Verano 2026, París.

¿QUÉ NOS DICEN LOS ESTAMPADOS Y TEJIDOS?

Estampados de insectos, degradados que evocan pintura quemada y texturas que mezclan mohair, cuero, jacquard floral y seda vaporosa crean una narrativa sensorial. La colección transita entre lo urbano y lo natural, entre lo ligero y lo intenso, generando una sensación de cuerpo y espíritu liberados, donde la ropa se mueve con nosotros.

Desfile de McQueen Primavera-Verano 2026, París.
Desfile de McQueen Primavera-Verano 2026, París.

¿QUÉ INNOVACIONES ENCONTRAMOS EN ACCESORIOS?

Bolsos geométricos reinterpretan clásicos de archivo, como el Manta, con cordones de corsé, flecos y adornos de fuego. Los zapatos rescatan el emblemático tacón en cuerno de McQueen, aplicado a mules, botas y sandalias con un enfoque artesanal y escultórico. La joyería, por su parte, es folclórica y mística: dijes de tijeras, insectos y talismanes, que refuerzan el vínculo entre la mujer y la fuerza de la naturaleza.

Desfile de McQueen Primavera-Verano 2026, París.

¿CÓMO COMPLEMENTA LA MÚSICA LA EXPERIENCIA?

La banda sonora original de AG Cook acompaña la narrativa de la colección con un equilibrio entre lo inquietante y lo inspirador. Ritmos techno sincopados se mezclan con sonidos elementales de agua, tierra y fuego, avanzando hacia una sensación de liberación onírica, como si la pasarela se transformara en un ritual moderno.

MCQUEEN SS26: ENTRE LA TIERRA Y EL INSTINTO

McQueen Primavera-Verano 2026 es un acto de valentía emocional y estética. Entre cortes que revelan y tejidos que envuelven, entre tradición y primitivismo, la colección nos invita a ceder ante nuestros deseos más profundos, a explorar la tensión entre instinto y orden, y a descubrir que la moda puede ser un vehículo de liberación absoluta.

McQueen SS26 no es solo ropa, es un manifiesto: entre deseo y liberación, entre lo primitivo y lo urbano, cada prenda late con fuerza propia. Una colección que nos recuerda que la moda puede ser un territorio de atrevimiento, instinto y poesía; donde ceder ante la naturaleza no es debilidad, sino poder.