AMADOR MONTES: LA HERENCIA DEL ARTE QUE ENALTECE A OAXACA

Desde el interior de Oaxaca de Juárez, como una flor en el jardín, emerge una figura en el arte cuyos trazos y pinceladas rebasan fronteras, transformando la pintura contemporánea con una sutileza que es pura elegancia.

Amador toma asiento en el sofá de NOIR Art. y, a través de una enriquecedora conversación, comparte cómo son hoy los anhelos de una mente tan creativa.

Amador Montes es un maestro en el lenguaje de la expresión pictórica, cuyas creaciones atraviesan al espectador con su poderosa sencillez. Su trayectoria artística, enmarcada por una educación en diseño gráfico y una exploración autodidacta, revela un proceso creativo meticuloso, donde las emociones entramadas con recuerdos componen una paleta de colores y formas que trascienden las palabras.

Con una carrera que lo llevó desde su natal Oaxaca hasta los horizontes de Oriente, ha tejido su obra con hilos de melancolía y destellos de alegría. Sus piezas han viajado por el mundo, encontrando refugio y admiración en las galerías y espacios más prestigiosos. Universidades en el Reino Unido, como Exeter, Birmingham y Manchester, han sido testigos de su talento. Desde los pasillos del Vaticano hasta las exclusivas galerías de Nueva York, Montes ha dejado un pedazo de su corazón y su país en el escenario artístico del mundo entero.

¿Cómo ha evolucionado su arte a través de los años?

Amador Montes comparte su perspectiva sobre la transformación de su obra: ‘Hoy me encuentro en un proceso de cambio interesante en cuanto a mis obras. Estoy permitiendo que las cosas que antes me detenían durante el proceso creativo, ya fuera una mancha o algún detalle, hoy sean la parte esencial de la pieza, siendo más simples, siendo más puras’. Esa evolución surge al apartar la razón para enfatizar la emoción, donde el ‘accidente’ da paso al ‘acierto’ en cada uno de sus lienzos. Son precisamente estos detalles, que el artista podría considerar imperfecciones, los que le permiten plasmar su esencia y personalidad con absoluta maestría.

Trascender y dejar huella

Al lado de sus dos hijos y una familia formidable, Amador se preocupa por el papel que tiene hoy frente al mundo. Con la gran responsabilidad que conlleva, el maestro no solo se muestra a la altura, sino que él nunca para de exigirse. ‘Cuando me encuentro fuera de México, aunque no lo quiera o lo pida, llevo el nombre de nuestro país en los hombros. Y tener sentido de la responsabilidad, valentía y coraje son fundamentales a la hora de trabajar. Siempre busco ser muy autocrítico mientras me mantengo consciente de lo que significa estar parado donde lo hago’, nos platica Amador con una sonrisa en el rostro.

México —un país encantador, pero lleno de interrogantes— abre espacio a personas como Amador para usar su voz en un llamado de despertar. Con un proyecto en mente, titulado Pájaro reja, y la misión de unificar a los mexicanos por medio del arte, Amador Montes busca colocar a lo largo del país la misma escultura de un ave. Este mensaje de solidaridad tiene como objetivo recordar que todos somos humanos, con corazones latientes, miedos, sueños y anhelos; un proyecto que establece que el arte no solo debería de estar detrás de la vitrina del museo, sino frente al mundo para que llegue a todos los ojos.

El otro muro

Con su proyecto El otro muro, Amador redefine el concepto de barreras y fronteras, explorando la migración como un fenómeno que trasciende las limitaciones geográficas y culturales: ‘La exposición es un muro contemplativo, de paz y armonía, donde la palabra ‘muro’ ya ni siquiera existe, porque la manera en que lo ponemos hace que se desconfigure por completo. Es como mofarse de ella, ya que hoy nos parece obsoleta’.

Esta serie de 15 paneles ‘mutables independientes’, de técnica mixta, se ha convertido en un testimonio itinerante del poder de la expresión artística. Con el apoyo de la Fundación Grupo Andrade, el maestro Amador ha llevado su proyecto a lugares tan lejanos como Polonia, donde fue inaugurado en el Jardín Escultórico Juan Soriano, cerca de Varsovia.

Cada panel independiente de esta serie es una ventana al universo de Montes, un reflejo de su paleta de colores, elementos icónicos, fotografías y recuerdos. Este “otro muro” se convierte en un lienzo en sí mismo, una confesión visual de sueños, dolores y el deseo innato de crear.

La obra del artista se mantiene latente, posterior a la presentación en Varsovia, la exposición itinerante ‘El otro muro’ se presentó en el hermoso Palacio de arte, en el corazón de Cracovia y desde ya está confirmada para abril de 2025 en el maravilloso Jardín Botánico de Tallin, en Estonia. En septiembre de este año participó con la galería Art of the World de Houston en una de las ferias más importantes en Corea… KIAF Seoul.

Además de inaugurar en el museo Internacional del Barroco de Puebla su primera experiencia inmersiva titulada ‘Así sueño’. El año lo cerrará con la presentación de un nuevo libro en la FIL Guadalajara el 01 de diciembre y el 04 de diciembre en Art Miami.

Amador Montes tiene la mirada puesta en sus sueños. Con un pie en el ahora y el otro en la emoción del porvenir, voltea hacia el pasado para analizar lo que sus vivencias le han enseñado, lo agradece, se da la vuelta y sigue al cambio.