Chopard Alta Joyería: un tributo al arte y al saber hacer suizo

UNAS CREACIONES ELABORADAS MEDIANTE UN SABER HACER ÚNICO


La maestría artesanal de Chopard se traduce en accesorios que combinan tradición, innovación y una belleza atemporal.


En el corazón del invierno, cuando la naturaleza se viste de blanco y el silencio se vuelve un lenguaje de pureza, Chopard encuentra inspiración en la geometría perfecta de un copo de nieve. La nueva creación de la Maison suiza, un anillo que evoca este motivo natural, se erige como un talismán luminoso que captura la esencia del esplendor alpino.

Desde los talleres ginebrinos de la Casa, donde los artesanos contemplan las montañas nevadas, nace esta pieza que combina la fuerza del diseño con la delicadeza del detalle. En su estructura, cada faceta del diamante refleja la luz con un resplandor que parece perpetuar el invierno en un instante eterno.

La colección se expande con un collar que fusiona la pureza del diamante y la intensidad del ónix. Más de 650 quilates de cuentas negras dan forma a una joya escultórica, donde la dualidad entre la sombra y la luz se transforma en poesía visual. Motivos en diamantes talla pera y brillante salpican la superficie como estrellas sobre un cielo nocturno, reafirmando el dominio de Chopard en el arte del contraste.

Completando esta trilogía de Alta Joyería, unos pendientes de oro blanco ético de 18 quilates —adornados con más de 10 quilates de diamantes— descienden como un rocío luminoso. Los motivos de encaje, sello distintivo de la Maison, se integran con elegancia en una cascada que enmarca el rostro con la sutileza de un amanecer helado.

Cada pieza de esta colección encarna el savoir-faire y la sensibilidad que distinguen a Chopard: la unión entre la precisión artesanal, la ética en la elección de materiales y una inspiración que nace del alma de la naturaleza. En sus reflejos, el invierno se vuelve eterno.