Gucci y Demna debutan con Tiger en Milán

GUCCI + DEMNA: LA NOCHE EN QUE TIGER DESBORDA LA PASARELA


Un estreno cinematográfico que no solo presentó una colección, sino abrió una narrativa nueva entre moda, poder y legado.


El debut que fue cine

Con la solemnidad de una premiere y el pulso de un desfile, Gucci inauguró la Semana de la Moda de Milán con Tutta in Famiglia, un “fashion film” titulado Tiger dirigido por Spike Jonze y protagonizado por Demi Moore. Fue un acto híbrido: parte película, parte pasarela, parte espectáculo público. En ese escenario, Demna Sakha reescribió las reglas.

La estética dramática del film abrió paso al desfile en La Borsa de Milán, ante una alfombra negra frente al templo de las finanzas. Modelos se movieron como estrellas, saludando entre flashes, mientras Gucci transformaba su narrativa en simultáneo: dentro del cine y sobre el concreto.

Moda que dialoga con memoria

Demna no vino a erradicar Gucci, vino a dialogar con él. En Tiger, la trama gira alrededor de Barbara Gucci y su clan, entre lujos, catástrofes emocionales y belleza retinal. Ese reflejo familiar no era solo narrativa, era espejo del legado que ahora hereda Demna.

La colección que siguió retomó claves del ADN gucciano: monograma reinventado, floral exagerado, contraste entre lo crudo y lo refinado. Pero lo hizo con mirada propia: volumen trabajado, cortes rotos con suturas visibles, drama coral. Gucci se miró hacia atrás para comprender su mañana.

Antes del desfile, Demna entregó vislumbres de La Famiglia, una campaña visual creada junto a Catherine Opie: retratos de decenas de looks capturados con estética casi pictórica. Fue invitación silenciosa al universo que Mercedes venía a redescubrir.

Durante la presentación, Gucci no solo lanzó ropa: proyectó Tiger, mezcló cine y pasarela, convocó a figuras como Kendall Jenner, Demi Moore, Gwyneth Paltrow —cada invitado actuaba como personaje en la propia mitología Gucci que se reescribe.

Además, demostró que el debut no es solo estética: Gucci estaba en transición institucional. La firma cambió a su CEO y reforzó su estructura directiva, mientras Demna prometía residir entre Milán y Los Ángeles para encarnar ese puente entre estilos, culturas y legado

Porque en esa noche Gucci no reconoció a Demna como un invitado: lo presentó como heredero. TIGER fue su carta de presentación cinematográfica; el desfile, su coronación simbólica. Porque la moda ya no solo camina por pasarelas: ahora camina sobre narrativas, espejos y personajes.

Y quienes estaban allí no vieron ropa. Vieron un nuevo capítulo.