Nathy Peluso presenta Malportada: arte, sanación y libertad

NATHY PELUSO: MALPORTADA


El arte está en su sangre. Desde la sanación crea piezas musicales en distintos registros porque así es ella: elocuente, libre y cambiante.  Entrevista: Gerard Angulo y Adaptación: Anna Brenda Sánchez.


Créditos:
Realización: @gerardangulo
Video: @alejandrocesac
Fotografía: @frances.rou
Maquillaje: @barbaritajuri
Peinado: @boscomontesinos
Asistentes de moda: @michortizand@vanecl.__ y @ser.mua
Producción: @_yulietd
Adaptación: @annabrennda

Insensata a veces, malportada otras, pero siempre con una personalidad que la hace destacar tanto en el escenario como en el día a día. Parece que fue ayer cuando el tema Nathy Peluso: BZRP Music Sessions, Vol. 36/66 nos sedujo con su lírica y ritmo, pero hoy su propuesta ha evolucionado de manera vertiginosa hasta consolidarse con Grasa y Malportada

Esto no es casualidad, es reflejo de trabajo y constancia: «Cumplí el sueño de hacer un proyecto que llevaba muchos años queriendo hacer. Me siento orgullosa, me siento en un plano de disfrute, porque cuesta mucho manifestar los sueños. Y uno da por hecho que ya se cumplieron, pero ahora es el momento de disfrutarlos. Me siento muy conectada».

Natalia Peluso​, conocida en el medio como Nathy Peluso, desde muy pequeña tuvo un gran acercamiento con el arte que después la llevó a la música: «Estuve como ocho años en un coro con maestras cubanas y aprendí mucho de armonía». Se recuerda componiendo con su guitarra, cantando canciones y desarrollando un gran gusto por el jazz. «Luego, obviamente, me transformé en lo que soy ahora, pero siempre fue muy intuitivo», afirma. Esa transformación tan evidente se ha dado de manera muy orgánica por su propia curiosidad, como ella misma lo menciona: «Me gusta mucho aprender y soy muy melómana». 

Abrigo, Alfredo Martínez.
Total look, Salim.

Concibiéndose a sí misma como una exploradora, indica: «Yo creo que a un melómano que le gusta aprender y que tiene las herramientas y la oportunidad de juntarse con diferentes músicos a componer y a experimentar, te da la posibilidad de ir por diferentes ramas. Me gusta investigar, proponer y salirme de mi zona de confort». Eso es lo que se ha evidenciado en su proyecto como Nathy Peluso, aquella niña nacida en Argentina que hoy triunfa a nivel mundial: «Siento que los géneros siempre los he vivido desde un lugar muy libre. Lo he hecho como una niña», comparte. 

¿Qué sucede debajo del escenario? A Nathy le gusta creer: «Soy muy espiritual, no soy católica, pero siento que es muy egocéntrico creer que no hay nada más allá que nosotros. Creo mucho en que somos pura energía y que nos contagiamos constantemente de lo que nos rodea». Ella dicta su propia filosofía: «Me interesan demasiadas ramas de la espiritualidad, no solo una».

Algo que construye su personalidad es su claridad y seguridad con la que se desenvuelve tanto en la música como en la vida: «La claridad no es algo que haya tenido que trabajar mucho, siempre he sido muy segura». Para ella, son virtudes que, bien aplicadas, ahorran tiempo y permiten ser más sincera: «Sos más sincera y honesta, y eso al final siempre se traduce en algo positivo. Lo que siempre hay que cuidar es cómo se transmiten las cosas, pero hay que ser siempre sincera y honesta».  

Underwear, Marika Vera y Falda, Diego Cerón.

¿Una persona perfeccionista? Nathy Peluso sabe quién es: «Siempre ha sido una virtud ser exigente, estricta conmigo misma, disciplinada y constante. Siento que son cosas de las que estoy orgullosa de mi personalidad. A veces es duro convivir con eso porque esta carrera es muy demandante, pero pienso que esa ambición es la que siempre me lleva a ser mejor persona, mejor artista, mejor cantante, mejor performer». 

Ese mismo impulso es lo que la hace mantenerse despierta para seguir construyendo su propio imperio, en el que también hay un lugar especial para sus personas especiales: sus papás, su hermana y su equipo, quienes se han convertido en sus amigos: «Al final están trabajando con vos y, al mismo tiempo, compartís los momentos más fuertes de tu vida con ellos». 

«Me permito sentirme como me haga sentir la persona. Pienso que cada persona te viene a traer algo diferente», reflexiona sobre las relaciones humanas. Esta apertura emocional se refleja especialmente en su visión del amor, donde valora la entrega sin reservas: «Siento que mostrarse vulnerable y frágil es un tremendo poder. El amor es como un refugio donde si podés entregarte es muy dulce». Apasionada es un adjetivo más para Nathy, lo cual plasma inevitablemente en su trabajo. A veces le canta a la vida, pero también al amor o a la decepción: «Por lo general, con la música supero bastante». 

Arete, H. Stern.
Total look, Dolce&Gabbana.

En especial hace énfasis en su tema Emergencia: «Puede ser una canción no dura de cantar, sino que te conecta con una garra, con una profundidad diferente y, sobre todo, por lo que genera con el público». Ahí es donde yace su proceso creativo, desde la sanación: «A mí me cuesta componer desde la herida, yo siempre pienso más en sanar, no desde el rencor o el dolor. Creo que la música es una medicina total, sobre todo la salsa que es la etapa en la que estoy». 

Sobre el ejercicio de escribir pensando en quienes la escucharán, reflexiona: «Son mensajes superpoderosos que deberían sanar más que otra cosa. Siento que así vivo el arte y que cualquier perspectiva es válida, pero yo elijo sanar a través de la música, me parece la mejor terapia». 
En pocas palabras, Nathy Peluso es una exploradora que no se encasilla en solo un lugar, sino que puede ir de un espacio a otro sin perder esa esencia artística que emerge en su sangre: del trap a la salsa y más allá.