Esta es la pared de los deseos en Madrid

ESTA ES LA PARED DE LOS DESEOS EN MADRID


Esta es la pared de los deseos en Madrid, un muro en plena calle Escalinata donde los sueños se escriben a mano, se cuelgan con fe y se comparten con la ciudad.


Si te dejas llevar por las calles del centro de Madrid, puedes toparte con una sorpresa que parece salida de un cuento de hadas: La pared de los deseos en Madrid, un muro lleno de trozos de papel con deseos, sueños y anhelos. Allí, en plena calle Escalinata, te encuentras con algo muy especial: escribes algo que quieres que suceda, lo pegas y tocas una campana. Entonces entras en ese momento de pausa, de fe colectiva, y de conexión. Un lugar para pedir, para sentir, para dejar algo tuyo en la ciudad.

DÓNDE ESTÁ LA PARED DE LOS DESEOS EN MADRID

La pared de los deseos en Madrid está en la fachada de Peque Story, una librería-taller ubicada en la calle Escalinata 7, muy cerca del Teatro Real y del metro Ópera. Con el paso del tiempo, un pequeño árbol de deseos dio paso a una pared completa, cubierta con más de 15 000 deseos en solo dos años Hoy es imposible no verla.

CÓMO FUNCIONA ESTE RITUAL

Es simple, casi poético. Entras, eliges un papelito, escribes lo que más deseas —desde amor, salud hasta ganas de ver sueños cobrar vida—, lo cuelgas y haces sonar una pequeña campana. Dicen que al hacerlo liberamos nuestra intención al aire, que la energía colectiva ayuda a que esos deseos se materialicen. Algunos incluso vuelven para comprobar que su deseo se haya cumplido, y lo colocan en la «caja de los deseos cumplidos». Además es gratis.

POR QUÉ NOS ENAMORA ESTE MURAL

Porque combina la energía imparable de la ciudad con ese sentimiento tan íntimo. En una calle que podría ser cualquiera, encuentras un muro que te habla de lo que la gente lleva dentro. Y aunque suene espiritual, también es tangible, accesible, humano. Hay algo poderoso en ver que un lugar público puede ser casa para tantas ganas, metas, secretos y esperanzas. Lo que nació como un proyecto post pandemia, se transformó en un punto de encuentro emocional donde realidad y fantasía conviven sobre la pared .