ELF: la multimillonaria marca que compró Rhode

ELF, LA MULTIMILLONARIA MARCA QUE COMPRÓ RHODE


De marca accesible a imperio digital: el resurgimiento de e.l.f. que conquistó la industria de la belleza.


Cuando e.l.f. (Eyes Lips Face) nació en 2004, lo hizo con una propuesta casi ingenua para el mercado de la belleza: maquillaje y skincare de calidad a precios tan bajos que muchos pensaban que era imposible. Su modelo “todo a un dólar” rompió con la idea de que el lujo era la única puerta de entrada al maquillaje aspiracional. Durante años, la marca se mantuvo como un secreto de drugstore, con seguidores fieles, pero lejos del radar de las grandes potencias de la cosmética.

El verdadero giro llegó en la última década, cuando e.l.f. entendió antes que nadie que el futuro del coolness estaba en internet, y más aún, en TikTok. Con campañas arriesgadas, virales y llenas de autenticidad, la marca se convirtió en la favorita de la generación Z. Productos como el Halo Glow Liquid Filter, los Putty Blush y la Power Grip Primer pasaron de ser simples lanzamientos a convertirse en fenómenos virales, comparables con fórmulas de lujo pero a precios veinte veces menores. En redes sociales, Eyes Lips Face dejó de ser un nombre para convertirse en un himno: su campaña musical de 2019 acumuló más de 5 mil millones de vistas.

Este resurgimiento, transformó a e.l.f. en un referente cultural y económico. Mientras otras marcas luchaban por adaptarse a un consumidor más crítico y digital, e.l.f. supo leer la demanda de accesibilidad, transparencia y comunidad. Además, amplió su portafolio con skincare y líneas inclusivas que respondieron a un mercado cada vez más diverso.

El clímax de esta historia llegó con el anuncio que sacudió a la industria: e.l.f. adquirió Rhode, la marca fundada por Hailey Bieber. La compra no solo consolidó a la compañía como un gigante multimillonario, sino que también simbolizó el cambio de paradigma: la marca que alguna vez fue vista como “económica” ahora se sienta en la mesa de los grandes conglomerados que deciden el futuro de la belleza global.

Hoy, e.l.f. no es solo una marca de maquillaje viral. Es un caso de estudio de cómo la autenticidad, la estrategia digital y la visión empresarial pueden transformar un proyecto accesible en un imperio. Su resurgimiento nos recuerda que en la belleza —como en la cultura— las reglas están para reinventarse.