Pedro Friedeberg el artista surrealista contemporáneo de México 

El surrealismo, una corriente artística para admirar con detenimiento. La vista se puede tornar infinita en cualquiera de estas propuestas.

Esta propuesta es una teoría de lo inconsciente y de lo irracional como medio para cambiar la vida, la sociedad, el arte y el hombre por medio de la revolución. Es una serie de propuestas individuales hipnóticas en las que cada artista logra destacar su propio estilo.

En México, tenemos a una de las propuestas contemporáneas más latentes.

Pedro Friedeberg es un artista mexicano de origen italiano, alemán y judio reconocido por su trabajo en el mundo del arte que se torna en líneas, colores, dibujos, geometría, escultura y decoración. La carrera de Friedeberg comenzó en el año 1959 con su primera exposición individual en la Galería Diana de la Ciudad de México. 

La carrera de Pedro Friedeberg comenzó en 1959 con su primera exposición individual en la Galería Diana en la Ciudad de México, impulsado por los artistas Remedios Varo y Mathias Goeritz.

Su obra tuvo una excelente aceptación y un año después fue incluida en la Exposición Retrospectiva de la Pintura Mexicana organizada por el Museo de la Ciudad Universitaria.

​En 1961 fundó el grupo de Los Hartos, dirigido por Mathias Goertiz en el cual también participaron José Luis Cuevas, Chucho Reyes, Ida Rodríguez Prampolini y Alice Rahon, quienes se manifestaron en contra de la pretensión de la grandeza del arte moderno en general, el individualismo exagerado y la firma del artista que se toma muy en serio a sí mismo.

Su trabajo desde el inicio ha ido viento en popa, en 1966, su trabajo se incluyó en la Exposición Labyrinthe, en la Akademie der Künste en Berlín. A lo largo de la década de los 60 y 70 su actividad internacional causa interés en ciudades de Estados Unidos, Alemania, Italia, Francia, Canadá, Japón e Israel.

En México se presenta en la feria más importante de latinoamérica, Zona Maco. En los pasillos de esta enorme galería este artista es uno de los lugares en dónde nunca ha faltado su arte. Es una maravilla cuando en esta exposición Pedro Friedeberg está presente junto a su obra.

Es un legado vivo digno de conocer su trabajo y de adentrarnos en su corriente. La ciudad de México cuenta con uno de los murales más grandes de este surrealista, se encuentra en la fábrica de la cerveza Corona, un mural instagrameable y perfecto para posar la mirada y ver cómo el sol lo llena de iluminación en cada detalle.

Este mural es el más fino, nació de un diseño de formato de 90 x 60 cm, que hoy se puede apreciar  en una pieza de más de 264 paneles con una medida de 60 x 15 metros, creada en el clásico formato.

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