Más que nostalgia: los photobooths como fenómeno cultural

MÁS QUE NOSTALGIA: LOS PHOTOBOOTHS COMO FENÓMENO CULTURAL


En plena saturación digital, los photobooths resurgen como objetos de culto entre marcas, fotógrafos y creativos.


En una era donde tomarnos fotos depende de nuestros celulares o cámaras digitales , pocos lugares han mantenido la esencia vintage, íntima y divertida como lo hacen los photobooths. El simple hecho de entrar a una cabina, posar en cuatro clicks y recibir una tira física en segundos, convierte esta experiencia en algo inmersivo, personal y tangible.

Marcas como Rhode, la firma de beauty de Hailey Bieber, han sabido explotar esta estética como parte clave de su estrategia de marketing. Por otro lado, fotógrafos como Bryant (@bryant) han creado toda una comunidad aspiracional alrededor de las fotos en cabinas, convirtiéndolas en un símbolo cultural entre la Gen Z.

3 PHOTOBOOTHS QUE TIENES QUE CONOCER

FOTOAUTOMATICA FLORENCIA

Ubicada en Via dei Serragli, esta cabina es una joya escondida en el corazón de Florencia. Con una estética old-school en blanco y negro, se ha vuelto parada obligada para, turistas y locales que buscan algo más que una selfie.

BOOTH BY BRYANT, LOS ANGELES

Esta cabina móvil —creada por el fotógrafo de street culture Bryant— se ha vuelto viral por capturar el tipo de selfies que no quieres editar. Ha pasado por eventos de moda, lanzamientos de marcas y pop-ups por todo Estados Unidos.

RHODE PHOTOBOOTH, COACHELLA

Como parte del activation booth de Rhode, esta cabina estuvo presente en Coachella. Todo, desde el set hasta el lighting, fue pensado para lograr el perfect strip. Además, convirtió algo tan simple como cuatro fotos en un souvenir coleccionable que se viralizó en TikTok.

UN SOUVENIR DE VIAJE

Una forma divertida, personalizada y analógica de inmortalizar un viaje es ir a un photobooth. No solo se trata de recordar un momento, sino de habitarlo: posar, reír, improvisar… En una era donde todo es digital y efímero, tener algo físico que te devuelve a ese instante es un lujo emocional.

UN POCO DE HISTORIA

El primer photobooth fue inventado en 1925 por Anatol Josepho en Nueva York, y desde entonces se convirtió en un fenómeno cultural que ha acompañado generaciones. Pasaron de ser parte de estaciones de tren y centros comerciales a elementos de culto en bodas, eventos y editoriales. Hoy, en plena era de la sobreexposición digital, regresan con fuerza precisamente por su low-fi: intimidad, estética retro y el encanto de lo no editable.