Qué significa SEDE VACANTE y Explicación del CÓNCLAVE

EL SIGNIFICADO DE SEDE VACANTE Y QUÉ SIGUE, SEGÚN EL CÓNCLAVE


Sede Vacante. El Trono de la Santa Sede está vacío”. A los 88 años de edad, el Papa Francisco fue pronunciado muerto tras 12 años frente a la Iglesia Católica. Pero, ¿Qué pasa cuando muere un Papa? Este es el protocolo que sigue el Vaticano. 


La muerte de un Papa activa un protocolo milenario, cargado de simbolismo, tradición y logística. Aunque los detalles han evolucionado con el tiempo, el proceso sigue guiado por normas del derecho canónico y ceremoniales precisos.

¿QUÉ PASA CUANDO MUERE UN PAPA?

Primero es la confirmación oficial de la muerte. “Papa mortuus est”. Después de que los doctores determinan el fallecimiento, se hace oficial por el Cardenal Camarlengo, el encargado de administrar los asuntos del Vaticano durante el periodo de Sede Vacante (cuando no hay Papa). Tradicionalmente, el Camarlengo confirmaba la muerte llamando al Papa tres veces por su nombre de bautismo. Hoy, se recurre a métodos médicos, pero se mantiene el rito simbólico.

Una vez confirmada la muerte, el Camarlengo retira el anillo del Pescador, símbolo del poder papal, y lo destruye con un martillo ceremonial ante el Colegio de Cardenales para evitar su falsificación.

El cuerpo del Papa es vestido la primera noche después de ser anunciada su muerte con sus vestiduras litúrgicas: la estola y sotana roja, la sotana blanca y el báculo papal. El cuerpo se coloca en tres ataúdes –uno dentro de otro– de ciprés, olmo y zinc, pero Francisco pidió ser enterrado solamente en uno forrado de zinc, en su intención de evitar pretensiones. Una vez que esto sucedió, el Camarlengo se encarga de sellar los aposentos papales y de informar oficialmente al Decano del Colegio Cardenalicio, a los jefes de Estado y a los fieles.

¿QUÉ ES NOVENDIALES, LOS 9 DÍAS DE LUTO?

Al día siguiente, el cuerpo es transferido y expuesto en la Basílica de San Pedro o el Palacio Apostólico para recibir el homenaje de los fieles. El periodo de luto suele durar nueve días y se conoce como Novemdiales, durante el cual se celebran misas en su honor.

La misa exequial del Papa es un evento de escala global. Se celebra en la Plaza de San Pedro, presidida por el Decano del Colegio Cardenalicio y con la asistencia de delegaciones oficiales de todo el mundo. Después, el cuerpo del Papa es enterrado en las Grutas Vaticanas o en otro lugar elegido previamente por él, en este caso, la Basílica de Santa María la Mayor, su iglesia predilecta, con su rostro cubierto por un velo de seda balanza y una bolsa de monedas acuñadas durante su periodo papal. El entierro debe suceder entre el cuarto y sexto día después de la muerte.

¿QUÉ ES LA SEDE VACANTE?

La frase Sede Vacante proviene del latín y significa literalmente “sede vacía”. Se utiliza principalmente en el contexto de la Iglesia Católica para referirse al periodo en el que la Sede Apostólica de Roma, es decir, el papado, está vacante. Esto ocurre cuando el Papa fallece o renuncia, y dura hasta que se elige a un nuevo pontífice.

Durante ese tiempo, el Camarlengo y el Colegio Cardenalicio asumen el control temporal de la Iglesia, –se encargan de los asuntos ordinarios, pero no pueden tomar decisiones doctrinales o estructurales– hasta el término del Cónclave.

¿CUÁNDO Y QUÉ SUCEDE EN UN CÓNCLAVE?

Entre 15 y 20 días después del fallecimiento, los cardenales del mundo se reúnen en un Cónclave en la Capilla Sixtina para la elección del nuevo Sumo Pontífice. La legendaria Capilla adornada con los frescos de Miguel Ángel ha sido la sede de elección papal desde 1878. La ceremonia se lleva a cabo en completo aislamiento. Los pisos de mármol son cubiertos con madera, ningún aparato electrónico puede permanecer dentro y las ventanas y puertas se cierran mientras el Maestro de Celebraciones Litúrgicas Pontificias exclama “Extra omnes!”, que significa “El resto, fuera”.

Los Cardenales menores de 80 años son los invitados y quienes pueden votar. En esta ocasión, hay 138 miembros elegibles de 71 países diferentes. Cada uno entra a la Capilla Sixtina cantando “Ven Espíritu Santo”, para invocar la intervención divina en su decisión y jura seguir las reglas y la secrecía alrededor de la ceremonia, incluido evitar cualquier tipo de comunicación con el exterior.

El Cónclave incluye cuatro votaciones secretas por día: dos por la mañana y dos por la tarde hasta lograr una mayoría de dos tercios. Una vez dentro de la Capilla Sixtina, cada Cardenal escribe con letra legible el nombre de quien cree que debería ser el nuevo Papa. Acto seguido, dobla su voto y lo lleva al altar. Después de pronunciar una oración, lo coloca en el plato y lo deposita en la urna de votación.

Uno de los 9 ejecutores revuelve los votos y los cuenta para corroborar que estén completos. –Si no corresponde el número de votos con el número de Cardenales electores, se queman y se hace una nueva votación—. En la mesa frente al altar, los 3 Cardenales supervisores revisan los votos y lo anuncian en voz alta para que el resto pueda llevar su registro. Cada voto contabilizado, se perfora con una aguja que en su punta se lee “Eligo” y se acumulan en un hilo. Si no se acumula una mayoría de dos tercios a favor de un solo miembro, no hay nuevo Papa y se coordina una nueva votación.

HABEMUS PAPAM: la fumarola blanca se asoma

El Cónclave finaliza cuando uno de los cardenales acepta el cargo y elige su nuevo nombre papal. Si la votación es desafortunada, se queman los votos y se agrega un químico que hace de la Sfumata (el humo) color negro, anunciándole al mundo que aún no hay Papa.

En caso contrario, de llegar a la mayoría requerida, los votos se queman y se asoma una fumarola blanca a través de una pequeña chimenea que sobresale de la Capilla Sixtina, anunciando la llegada de un nuevo Sumo Pontífice, Habemus Papam.