Slim Aarons, el fotógrafo que capturó la esencia del jet set

DETRÁS DEL LENTE DE SLIM AARONS: PALM SPRINGS, DRINKS Y SOL ETERNO


Slim Aarons, el fotógrafo que capturó la esencia del lujo y la elegancia en el siglo XX, creando un estilo visual inconfundible.


La imagen lo es todo, Slim Aarons lo entendía. Se convirtió en el cronista visual de una era dorada. Con su cámara, inmortalizó a la alta sociedad en momentos de ocio y esplendor, creando un archivo fotográfico que es sinónimo de elegancia y sofisticación.

¿QUIÉN ES SLIM AARONS?


Nacido como George Allen Aarons en Nueva York en 1916, Slim Aarons comenzó su carrera como fotógrafo durante la Segunda Guerra Mundial, capturando imágenes en el frente de batalla. Tras la guerra, decidió enfocarse en tomar puras fotos de  «personas atractivas haciendo cosas atractivas en lugares atractivos», una filosofía que lo llevó a convertirse en el fotógrafo preferido de la élite social y cultural desde los años 50 hasta los 80. Sus fotografías aparecieron en las revistas más cool, consolidando su reputación como el ojo del jet set. 

UNA ESTÉTICA ÚNICA


La obra de Slim Aarons se caracteriza por su uso magistral de la luz natural, composiciones cuidadas y una paleta de colores que capturan la esencia del lujo effortless. Rechazaba el uso de flashes y stylist, prefiriendo escenarios reales que reflejaran autenticidad. «Poolside Gossip» en Palm Springs es un ejemplo icónico de su estilo, mostrando a socialités en un entorno moderno y soleado. 

EL LEGADO DE UN CRONISTA DEL GLAMOUR


Más allá de sus imágenes, se convirtió en un referente visual. Su enfoque documental y estético ha influenciado desde campañas publicitarias hasta editoriales de moda. Sus libros como A Wonderful Time y Poolside with Slim Aarons son considerados icónicos. Su archivo, adquirido por Getty Images, sigue siendo una fuente de inspiración para quienes buscan capturar la belleza del estilo de vida sofisticado. 

UNA MIRADA ÍNTIMA A LAS IT GIRLS DEL MOMENTO


La cercanía de Slim Aarons con sus sujetos le permitió acceder a momentos privados de figuras como Audrey Hepburn, Gianni Agnelli y la princesa Grace de Mónaco. Su habilidad para mezclar la espontaneidad con la elegancia resultó en imágenes que no solo documentan, sino que también celebran un estilo de vida aspiracional.