Audemars Piguet desvela una segunda versión del Royal Oak RD#3 | Noir Magazine

Audemars Piguet desvela una segunda versión del Royal Oak RD#3

Conoce la nueva versión del Royal Oak RD#3 de Audemars Piguet

La Manufactura Suiza de Alta Relojería Audemars Piguet tiene el placer de desvelar una nueva versión del modelo Royal Oak Tourbillon Volante Automático Extraplano (RD#3).

Este reloj de aniversario de 37 mm, que complementa al modelo «Jumbo» de 39 mm lanzado en abril, expande los límites de la maestría de la marca: al introducir por primera vez un tourbillon volante en un diámetro tan reducido, la Manufactura lo pone al alcance de las muñecas más finas mientras rinde homenaje a su tradición de complicaciones relojeras de pequeño tamaño.

Un reto superado gracias al nuevo movimiento automático con tourbillon extraplano, el calibre 2968, de solo 3,4 mm y con una combinación inédita de decoraciones manuales tanto tradicionales como contemporáneas.

Con una esfera ciruela inédita y un innovador sistema de escape, este reloj combina la proeza técnica con una estética esmerada en un resultado de refinamiento absoluto.

En esta nueva innovación se encuentra el calibre 2968, un movimiento con tourbillon volante extraplano de carga automática fruto de cinco años de desarrollo.

La principal proeza técnica realizada por los relojeros de la Manufactura es haber podido integrar en una caja de 39 mm y después de 37 mm un tourbillon volante con un escape inédito, una complicación hasta el momento reservada a los diámetros de 41 mm.

La limitación de espacio disponible ha obligado a repensar por entero el tourbillon volante automático con objeto de reducir el grosor necesario para alojarlo reubicando determinados componentes, manteniendo sus proporciones originales.

Por primera vez provista de un arrastre periférico que contribuye a su delgadez, la jaula del tourbillon es de titanio. La combinación de estos dos elementos no solo hace que la distribución de energía en el tourbillon sea más fluida, sino que ayuda a aligerarlo y afinarlo.

El nuevo escape se basa en un oscilador de gran amplitud que refuerza la fiabilidad, la gestión de la energía y la precisión del reloj.

A fin de hacer más visibles tanto el tourbillon como el movimiento, los ingenieros de Audemars Piguet han rediseñado por completo la arquitectura del mecanismo.

En el fondo, los puentes calados revelan los componentes mecánicos, con especial atención a la simetría de sus elementos.

En la esfera, las geometrías y el posicionamiento de los tres brazos del volante se han revisado para dotar de un efecto aún más hipnótico al corazón latiente del reloj.

El diseño técnico del movimiento hace aflorar el tourbillon volante justo sobre la esfera, para producir una experiencia visual aún más marcada a través del cristal.

Las decoraciones manuales de los componentes del movimiento, visibles a través del fondo de zafiro, aúnan el dinamismo y el clasicismo de los ángulos entrantes con la modernidad del motivo «traits tirés», un acabado que aparece en la platina y los puentes en sustitución del tradicional motivo «Côtes de Genève».

Los puentes calados y rodiados ofrecen una vista a contraste con los elementos del mecanismo de oro rosa.