La Ópera, más que una cantina, un legado de historias | Noir Magazine

La Ópera, más que una cantina, un legado de historias

La cantina La Ópera es una de las más famosas y antiguas de la Ciudad de México, que a lo largo del tiempo ha tomado gran popularidad gracias al balazo que Pancho Villa dejó incrustado en el techo. 

Por: Paola Sánchez

Ubicada en la calle 5 de mayo, La Ópera se ha convertido en una cantina considerada entre las más famosas y populares de la Ciudad de México. Inigualables historias se cuentan sobre este lugar de estilo Art Nouveau y su clásico papel tapiz que se conserva desde los tiempos del porfiriato. Este recinto alberga un sin fin de leyendas que al ser escuchadas hará que desees visitarlo a la brevedad. 

Oficialmente abrió sus puertas en 1876, en la esquina de San Juan de Letrán y Avenida Juárez, donde actualmente se encuentra la Torre Latinoamericana. Las dueñas del lugar fueron las hermanas francesas Boulangeot, ambas crearon una pastelería que solo vendía a la sociedad más selecta de México. Pero fue hasta 1985, cuando La Ópera se instaló en el sitio que ya conocemos pero ahora como cantina. 

Su famosa clientela

Sus clientes más frecuentes eran Porfirio Díaz, su esposa Carmelita Romero Rubio, José Ivés Limantour, ministro de Hacienda y los políticos ilustres de la época. Pero todo cambió a la llegada de la Revolución Mexicana, ya no lo visitaba la alta sociedad, sino los sombrerudos y gente de Zapata. Cuenta la leyenda que un día el general Francisco Villa lo visitó y en su estancia disparó su pistola y un tiro quedó incrustado en el techo (que hasta la fecha permanece). 

Finalmente el período revolucionario terminó y la cantina recuperó su status. Personajes de la política, la cultura y las artes también la visitaban. Entre ellos destacan Miguel Alemán, Adolfo López Mateos, Emilio Portes Gil, Carlos Fuentes, Carlos Monsivais, Gabriel García Márquez y Octavio Paz

Actualmente este salón histórico sigue operando y entre sus especialidades se encuentran el pulpo a la galleta, caracoles en salsa chipotle, chamorro a la Gallega y lengua veracruzana. Una gran oferta gastronómica que bien vale probar al menos una vez en la vida.