Admirar la tierra desde un ángulo especial 

Admirar la tierra desde un ángulo especial 

Su camino comenzó en Guadalajara para años después, emprender en una nave espacial.

Katya Echazarreta, es la primera mujer mexicana astronauta con 28 años de edad que ha viajado al espacio.

Su vida llena de sueños y objetivos, la llevó a poder fusionar sus inquietudes y poder cumplir lo que se propone. La perseverancia, consistencia y actitud la han hecho volar.

Ha plasmado sus anhelos de infancia en una realidad de otra dimensión. Su segundo nombre es Celeste, curioso punto que ella hila con su amor por el mundo espacial ya que éste significa “perteneciente al cielo.”

Con solo ocho años de edad se mudó con su familia a Estados Unidos, en busca de una mejor vida sin saber hasta dónde podría llegar. Establecida en el país vecino, construyó un camino que la ha llevado hasta el lugar donde hoy se encuentra.

“Aceptar tu pasado no significa aceptar que fue justo o correcto. Simplemente significa que fuimos elegidos para vivirlo”. 

En 2019 comenzó a trabajar en la NASA y para junio del 2022 se convirtió en la primera mujer mexicana en viajar al espacio exterior, siendo parte de la misión Blue Origin NS- 21, a bordo de la nave espacial New Shepard.

En esta editorial, Katya compartió su esencia haciendo una combinación especial con su inteligencia. Dedicada, disciplinada y decidida son tres palabras que la definen tanto en su vida personal como profesional. “Cuando llevas una vida muy ocupada, tener la dedicación a tus seres queridos y la disciplina para priorizarlos es fundamental”, afirmó.

A JOURNEY WITH NO END

Su curiosidad e inquietud por el espacio surgió desde que solo era una niña, siempre supo que quería trabajar en la industria espacial: “Fue hasta que tomé algunas clases de física que me di cuenta de que quería fusionar mi amor por la electricidad con mi pasión por el espacio.”

Así decidió convertirse en Ingeniera Electrónica en Tecnología Espacial, un área que para principios de la década de 2010 no era lo que conocemos actualmente: “Me decían constantemente que estaba persiguiendo una industria en decadencia, pero yo decidí continuar.”

Pero, ¿cómo fue el camino (literalmente) hasta el espacio? En sus propias palabras, compartió: “Recibí dos becas completas para estudiar en UCLA, la universidad pública número uno en los Estados Unidos para estudiar una carrera llamada ‘Electrical Engineering’ que combina esencialmente todas las carreras relacionadas con la electricidad en una sola.”

“Durante mi tiempo allí, fui contratada en el Laboratorio de Propulsión de la NASA como pasante. Me ascendieron como ingeniera seis meses antes de graduarme de la universidad”, compartió. 

“Un año después estaba trabajando como líder de electrónica y de pruebas para dos misiones diferentes. Posterior a un proceso de solicitud de tres años, fui seleccionada por la Organización Space for Humanity entre 7 mil solicitantes de más de 120 países para ser su primer Citizen Astronaut.”

BEYOND THE STARS

Así es como Katya Echazarreta se convirtió en la primera mujer mexicana en viajar al espacio. Su historia ha trascendido hasta convertirse en inspiración de las generaciones que le siguen. ¿Algún día imaginó llegar tan lejos? “No creo haberlo podido lograr si no hubiése creído.”

Pero el camino no fue tan sencillo, en el trayecto hubo algunos obstáculos: la discriminación y la desigualdad. Pero ha luchado siempre por logar cada uno de sus objetivos, manteniéndose enfocada en ser la mejor mujer astronauta.

“No podía permitirme ningún error. Cualquier falla podría haberme costado mi capacidad para obtener una educación. El estrés y la presión lo hacían extremadamente difícil”, y a eso se sumaba el hecho de apoyar a su familia.

Lo anterior también detonó en aprendizajes que ella misma apuntó: “Aceptar nuestras circunstancias de vida, pues no importa lo que hagamos, no podemos cambiar el pasado. Siempre estoy agradecida por todo lo que la vida me ha enseñado, aunque hayan sido momentos muy negativos y difíciles.”

“El cielo no es el límite” es el lema de vida que siempre motiva a Katya Echazarreta a seguir adelante, mientras que uno de los mayores consejos que quiere transmitir a todos aquellos que la ven con admiración es: “Siempre recuerda quien eres. Está bien soñar en grande.”

Para ella no hay barreras y con un gran destino por delante, aún considera que tiene muchos sueños: “Quiero ver una industria espacial robusta en México y en toda Latinoamérica. Quiero ver más cohetes, naves espaciales y astronautas mexicanas.”

En estas páginas de NOIR, fuimos testigos de la magia de Katya Echazarreta y su esencia que irradia talento. Para ella es muy importante mostrarse totalmente diferente al estereotipo de una mujer ingeniera.

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