Cómo lograr un look elegante y divertido sin caer en lo aburrido

ELEGANT BUT FUN: CUANDO VESTIRSE SE VUELVE UN ACTO DE PLACER


Ser elegante no tiene por qué ser serio. Vestirse puede ser un acto de expresión lleno de color, texturas y creatividad.


Vestirse debería sentirse como jugar, no como cumplir una regla. Y sin embargo, muchas veces caemos en la trampa de lo safe: neutros, siluetas básicas, combinaciones que no fallan… pero que tampoco emocionan. ¿Dónde quedó el placer de vestirse para uno mismo? El look elegante y divertido se trata totalmente de esa energía: sofisticado sí, pero también playful, inesperado, personal.

La tendencia surge de una necesidad clara: destacar y encajar. Dejar atrás los básicos sin perder la elegancia. Y de paso, devolverle a la moda lo que nunca debió perder: ese lado divertido.

TODO SE TRATA DEL COLOR

El color es el primer lenguaje cuando hablamos de moda. No se trata de saturar, sino de elegir tonos que aporten: un lila lavanda en trajes sastre, un toque de verde limón en un look monocromático, un rojo para romper la neutralidad del gris.

Los tonos pastel encuentran un nuevo terreno cuando se combinan con colores ácidos. El rosa Barbie ahora convive con el chocolate. La clave está en el contraste inesperado que sigue viéndose chic y coherente.

Y DE LAS TEXTURAS TAMBIÉN

Hablando de estilo, las texturas son igual de importantes que la paleta de color. Satín con denim, tweed con mesh, terciopelo con piel. La mezcla eleva el outfit y rompe la rigidez de lo clásico.

Un vestido minimal puede transformarse si tiene detalles, brillo o una caída que atrape la luz. ¿Lentejuelas de día? ¿Encaje con cuero? Absolutamente sí. La textura es lo que permite que lo elegante no sea aburrido.

¿ELEGANTE Y DIVERTIDO A LA VEZ?

Durante años, el “menos es más” dictó el camino de lo que era un buen look. Pero ahora, lo chic también puede ser excesivo, siempre que esté bien curado. El look elegante y divertido mezcla de todo sin perder el control: una silueta clásica con un accesorio exagerado, un vestido estructurado con un peinado messy, un trench con transparencias.

No se trata de romper las reglas, sino de escribir unas nuevas. Las que permiten que la personalidad brille sin dejar de sentirse sharp.

¿Y LAS TENDENCIAS TIENEN UN PAPEL EN ESTE JUEGO?

Lo elegante y divertido no es una estética en particular, sino una energía. Es una vibra: no depende solo de qué llevas, sino de cómo lo llevas. Ese espíritu que mezcla libertad con intención, precisión con placer.

Cada temporada, los colores y texturas que se llevan se convierten en tendencia lo cual causa que se filtren las colecciones, lo que usamos y compramos volviendo unánime y repetitivo, ya sea elegante o divertido pero casi nunca ambos. No porque sea algo que se impone, sino porque responde a una necesidad real: la de expresarse sin miedo. Lo elegante pero divertido es una forma de vestirse, pero también de vivir.