Iris van Herpen y la moda futurista que fusiona arte y tecnología

IRIS VAN HERPEN Y LA FUSIÓN ENTRE MODA, ARTE Y TECNOLOGÍA


La diseñadora neerlandesa transforma la alta costura en esculturas vivas, explorando la biomímesis, la impresión 3D y la delicadeza artesanal como un nuevo lenguaje de lo sublime.


En un mundo donde la moda a menudo sigue ciclos repetitivos, Iris van Herpen irrumpe como una creadora que no diseña ropa, sino realidades alternativas. Cada una de sus piezas parece flotar entre el futuro y la fantasía, como si la materia se descompusiera en movimiento. La diseñadora holandesa se ha convertido en un nombre imprescindible para entender cómo la tecnología, la biología y la moda pueden dialogar en una misma prenda sin renunciar a la poesía.

Vestirse, en su universo, no es cubrirse, es experimentar la metamorfosis.

¿CÓMO IRIS VAN HERPEN REDEFINE LA ALTA COSTURA?

Desde que fundó su casa en 2007, Van Herpen ha utilizado técnicas propias del laboratorio y el arte cinético. Su colaboración con científicos, arquitectos e ingenieros ha sido clave para desarrollar un lenguaje visual que no tiene paralelo en la industria.

Iris van Herpen fusiona tecnología y naturaleza en cada pieza. Usa impresión 3D, corte láser y modelado digital para crear siluetas imposibles, inspiradas en alas de libélula, células o texturas marinas. A la vez, preserva técnicas de alta costura, logrando un equilibrio entre lo ancestral y lo futurista.

VESTIR COMO ARTE CINÉTICO

Sus vestidos no parecen tener peso. Se desplazan con sus portadoras como si fueran extensiones del cuerpo, casi como organismos vivos. En ese sentido, Iris no solo diseña ropa, sino “portales” a otros estados del ser.

Algunas celebridades como Beyoncé, Grimes, Tilda Swinton y Cate Blanchett han vestido sus creaciones, pero el verdadero impacto de su obra va más allá del red carpet. Su legado ya es parte de exposiciones de arte y museos como el Met, el Musée des Arts Décoratifs de París o el High Museum of Art en Atlanta

LA MODA COMO FUTURO SENSORIAL

En un momento en que la moda parece girar sobre sí misma, el trabajo de Iris van Herpen nos recuerda que vestir también puede ser una experiencia casi mística. Su obsesión por explorar materiales no convencionales —como imanes líquidos, fibra óptica o capas bioimpresas— proyecta un futuro donde la ropa no solo adorna, sino que interactúa con el cuerpo y el entorno.