De una compañía textil a vestir a Jacqueline Kennedy
Armi Ratia comenzó su viaje con Marimekko hace 70 años, cuando su esposo inició una compañía textil que la haría descubrir el diseño en su máxima expresión.
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Para 1941, la creativa expandió sus horizontes al presentar vestidos atrevidos, dinámicos y muy gráficos, con los estampados proporcionados por su pareja.

En poco tiempo, se convirtió en una de las más experimentadas diseñadoras, que vestiría a A-listers como Jacqueline Kennedy, para una portada de Sports Illustrated.
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Marimekko siempre estuvo adelantada a su tiempo, liberando el cuerpo de las mujeres, algo que no era trend en la década de 1950.

Su fundadora consideraba los vestidos de Marimekko una extensión de su vida
En su humildad, Ratia nunca se vio a sí misma como una diseñadora de moda, de hecho dijo no tener tiempo para el fashion, sino que creaba vestidos para la vida.
Para los años 60, la firma contrató a Maija Isola quien comenzó a trabajar con el famoso estampado Unikko, que consta de flores de amapola y que desde entonces se convirtió en un ícono de la marca.

La unión entre Isola y Marimekko lanzó a la fama a la maison, que inició la producción de muebles de lujo de la mano de la pintora.
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Hoy sus siluetas y accesorios, siguen formando parte del exclusivo mundo del couture, y sus colecciones están mucho más vivas que nunca con Tiina Alahuhta-Kasko a la cabeza.