Valentino «Un Chateau» en Paris Fashion Week

Un lugar como idea: una representación, una metáfora.

No el castillo, sino «Un Château«, un lugar no ligado a geográficas o épocas, sino expresivo de una idea de la vida, un símbolo que debe analizarse, cuestionarse y redefinirse.

Para el desfile de Alta Costura Valentino Otoño/Invierno 2023-24, un Château es, para el Director Creativo Pierpaolo Piccioli, una entidad metafísica, un contexto que puede ser recontextualizado.

Testigo de un tiempo pasado, un espacio lleva las huellas de las vidas que se han vivido en él. Antes emblemático de las nociones de elitismo y estatus, un Château puede hoy rechazar su historia, para ser recalibrado.

Sin nombre y universal, un castillo puede existir como un lugar para todos, puede convertirse en un foro para una nueva igualdad y una celebración de la belleza, la singularidad y la libertad.

Un castillo también puede servir de metáfora de las ideas preconcebidas de la alta costura, de un Château puede reconfigurarse, estas expectativas pueden confundirse y descubrirse paradojas. 

En complejidad -la complejidad arquitectónica de un castillo, la complejidad percibida de la alta costura- puede encontrarse una simplicidad pura. 

Se defiende una ideología fundamental de la Costura: su saber hacer, su oficio y el poder del individuo, lo único. Estos conceptos se traducen en prendas que reflejan sensibilidades contemporáneas, realidades modernas.

A través de un proceso de reducción, se produce el resultado anómalo de añadir significado.

Las prendas son marcadamente sencillas, se mueven con el cuerpo, estilizadas para seguir sus formas, las costuras reducidas, y precisas. Los ideales del pasado se evocan con una actitud del presente: los tejidos se aligeran, los recuerdos de la decoración se abstraen. de la decoración, arabescos de colores intensos que imitan el barroco, un maximalismo minimalista.

Fueron 77 salidas en una paleta de colores que partió del blanco, azul rey, negro, café, rosado, salmón, gris y los peculiares rojos. El desfilar de la pasera fue en sintonia con accesorios de joyería brillante deslumbrante.

Para este fashion show la humanidad está en el centro de todo -los zapatos planos liberan el movimiento, la ropa fluye, expresan el sentimiento humano. Instintivos y espontáneos, surgen gestos de extravagancia- un simulacro de armiño,una cascada de joyas de cristal, recuerdos de historias.

Y, a la inversa, lo cotidiano puede convertirse en excepcional, Las camisetas se transforman en vestidos de baile, los vaqueros vintage Levi’s 501 XX Big E sirven de lienzo para bordados dorados.

Otros vaqueros se inventan de nuevo, construidos a partir de un minucioso trampantojo de abalorios que despiertan la curiosidad y exigen una inspección más minuciosa para comprenderlos, que despiertan la curiosidad y exigen una inspección más minuciosa.

Se concede un valor a cada día, una celebración de su belleza, una igualdad que evita las jerarquías.

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