Alvaro Morte en Portada de Noir

ALVARO MORTE: EL ALMA DE UN ACTOR


En un rincón tranquilo de Londres, mientras la ciudad sigue su frenético curso, en los escenarios del West End, en York, se cocinan un sueño, un recuerdo y un regreso al centro de un todo.


El nombre de Álvaro Morte se asocia inevitablemente con la figura de El Profesor, el estratega detrás de los robos más audaces de la historia en La Casa de Papel. Nacido en 1975 en Algeciras, en una familia humilde, sus primeros pasos lo llevaron por una carrera alejada del espectáculo. Estudió Telecomunicaciones en Canarias, donde la interpretación no parecía un futuro probable. Sin embargo, el destino tenía otros planes.

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Director editorial: @gerardangulo
Fotografía: @alvarogracia
Entrevista: @ximenalarrauri
Styling: @cateoniwiki
Asistente de moda: @censilucena
Grooming: @tarikbennafla
Producción: @estachava


Fue en ese período, cuando se encontraba estudiando su carrera técnica, que el aguijón de la interpretación lo picó de manera irreversible. Y es que, como nos cuenta, la actuación llegó tarde, pero cuando lo hizo, fue para quedarse. «Fue en la universidad, ya de adulto, cuando sentí esa necesidad de estar sobre un escenario, de contar historias», recuerda con una sonrisa nostálgica. Su pasión por el arte dramático, cultivada tarde pero con fuerza, le abrió las puertas de una carrera que hoy parece haber llegado a su punto culminante.

«Cuando decidí estudiar arte dramático y me fui a Córdoba, con todos los sueños integrados e infinitos, terminé en Madrid buscando trabajo. Allí entendí la cruda realidad de la vida del actor. Fue entonces cuando esos sueños empezaron a acortarse, a debilitarse. Comienzas a ver la lucha en el barro del día a día para llegar a fin de mes. Sobrevives. Hasta que, de repente, tu trabajo empieza a verse en muchas partes del mundo, genera interés, y llegan las ofertas de quienes admirabas. Ese sueño que te obligaste a dejar ir se presenta frente a ti. Y es sin duda, un proceso extraño, desconcertante», comparte, mientras sus ojos brillan con una mirada sincera y relajada. «Si pudiera hablar con el joven de veinte años que comenzaba, lo único que le diría sería “Disfrútalo. Sé feliz con lo que sea que pase. De eso se trata. El juego es ese»», comparte Álvaro.

Tras su emblemático papel en La Casa de Papel, Morte se embarcó en proyectos internacionales que desafiaron su versatilidad como actor. En La Rueda del Tiempo, por ejemplo, interpretó a un personaje de fantasía, y en Immaculate, una película estadounidense de terror psicológico, compartió pantalla con la joven estrella Sydney Sweeney, explorando nuevos territorios cinematográficos.

Después de más de ocho años, Morte regresó a las tablas del West End de Londres para protagonizar Barcelona, una obra dirigida por Lynette Linton. «El teatro es un lugar donde te despojas de todo. No hay cámaras, no hay cortes, no hay segundos intentos. Lo que pasa ahí, en ese preciso momento, es único. Es crudo, es real, y me llena de una manera que no se puede describir con palabras», expresa con evidente pasión. 

En Barcelona, que se presenta en Londres desde el 21 de octubre hasta el 11 de enero, el actor algecireño interpreta a Manuel, un hombre que se encuentra con una turista americana durante una despedida de soltera. Álvaro describe la obra con entusiasmo: «Al principio podría parecer que estamos frente a una comedia romántica, pero al final entramos en terrenos más íntimos, más turbios. Es cuando los personajes se quitan la coraza y podemos ver su verdad». 

El actor también menciona el reto de interpretar este papel en inglés, con un acento español que aporta una rica capa cultural al texto, además de que al final de cada función, tiene la oportunidad de saludar a personas de diferentes partes del mundo, desde Jordania hasta Ecuador. «Sabemos que tenemos un público internacional y queríamos incluir elementos históricos que marcaron España, pero desde una perspectiva más personal y realista, para conectar con ellos de manera más directa y profunda», afirma.

El trabajo en equipo también ha sido un factor fundamental en esta obra. Morte destaca la increíble química que tiene con su compañera de reparto, Lily Collins, quien se enfrenta a su primera experiencia teatral. «Es un placer trabajar con Lily, que ha dejado el corazón en este papel. Además, tenemos una excelente relación detrás del escenario, compartimos bromas y un sentido del humor muy similar, lo que hace que todo sea mucho más natural», afirma Morte.

La dirección de Lynette Linton también ha sido crucial: «Trabajar con Lynette ha sido estimulante. He estado rodeado casi exclusivamente de mujeres en esta compañía de teatro y ha sido una experiencia maravillosa, basada en el respeto, la pasión y el compromiso». 

Si hay algo que realmente sobresale en la conversación con Álvaro es su capacidad para reflexionar sobre el arte y la vida. A lo largo de nuestra charla, el actor nos invita a mirar más allá de la superficie, a cuestionar las máscaras que todos, en algún momento, nos vemos obligados a llevar. «La interpretación, en su núcleo, es el arte de mentir. Pero cuando te quitas esa máscara como actor, es cuando realmente conectas con algo más profundo. Y no solo en el escenario. En la vida, uno tiene que aprender a quitarse las máscaras que la sociedad nos impone», reflexiona.

A lo largo de su carrera, Morte ha tenido la oportunidad de interpretar personajes profundamente distintos, cada uno con sus propios retos y aprendizajes. En Raqa, interpretó a Haibala, un espía internacional en la ciudad siria: «Los espías siempre me han llamado la atención. En Raqa, tratamos de alejarnos de los clichés hollywoodenses y mostrar la soledad y los traumas emocionales de un espía real». La película, filmada en español, inglés y árabe, representó un desafío tanto en la caracterización como en el manejo del idioma y la cultura.

En el ámbito de la animación, Álvaro prestó su voz al carismático zorro Bribón en la nueva película Wild Robot de DreamWorks, filme que ha sido nominado a los Globos de Oro por mejor película animada. «La voz tiene un poder increíble. Aunque no estés usando tu cuerpo, puedes transmitir muchas emociones y conectar con el público de una manera única», explica sobre su experiencia en el doblaje. En este caso, Morte tuvo la oportunidad de trabajar sobre la base de la interpretación de Pedro Pascal, quien le dio vida al personaje en inglés. «Lo que intenté fue respetar al máximo el trabajo maravilloso que hizo Pedro. A veces, con la traducción, las líneas cambian por las expresiones y giros que usamos en nuestro idioma, pero el objetivo es siempre mantener la misma esencia y el sentido del personaje», señala Álvaro, quien disfrutó mucho del proceso y lo aplaude con fervor.

Hoy, descubrimos a un hombre que no solo busca conectar con su público a través de sus personajes, sino que también se esfuerza por mantener su autenticidad en un mundo lleno de expectativas y estereotipos. Su pasión por el arte sigue siendo el motor que lo impulsa, y su profundo amor por la vida, por su familia y por los valores humanos más universales se refleja en cada palabra y en cada gesto que hace sobre el escenario.

Al concluir la entrevista, Morte expresó su afecto por México: «Me enamoré de México, de su gente, su cultura, su comida y su calor humano. Es parte de mi vida y siempre me siento afortunado de poder volver». Álvaro Morte, el actor, el hombre, el soñador, sigue escribiendo su historia, una que no solo nos invita a disfrutar, sino también a reflexionar sobre quiénes somos realmente detrás de las máscaras que, a veces, nos ponemos.