ISAAC HERNÁNDEZ X NOIR

ISAAC HERNÁNDEZ X NOIR

El ballet mexicano moderno se puede resumir en dos palabras o, mejor dicho, en un nombre: Isaac Hernández. El tapatío, que desde los nueve años practicaba en el patio de su casa, ahora ostenta presentarse en los escenarios más importantes y con las compañías más reconocidas. 

  • Fotografía: Gabriel Gómez
  • Realización: Sergio Valenzuela
  • Looks: ZEGNA, fall winter 2024

Isaac Hernández ha encontrado en la disciplina y constancia la clave en la búsqueda de la excelencia. Estas dos características, que rigen la vida profesional del bailarín, se ven reflejadas en el trabajo técnico que realiza en su entrenamiento diario. Esto lo ha llevado a bailar en los cinco continentes, en los principales escenarios del mundo. 

Pero esta disciplina y constancia empezó desde muy temprana edad, llevándolo de practicar en su hogar, en la colonia Seattle de Zapopan, a ser becado por la American Ballet School, institución que lo becó, permitiéndole continuar su formación artística durante los veranos en la Gran Manzana. Una vez finalizada la beca, a sus 17 años, se unió a la American Ballet Studio Company. Esta relación continuó de manera natural, reconociendo los logros de Isaac; ahora, el bailarín de 34 años se une al American Ballet Theatre, una de las compañías más prestigiosas del mundo. 

Si bien esto representa un gran logro que lo llena de felicidad y orgullo, también conlleva una enorme responsabilidad: “Estoy determinado a dar mi máximo esfuerzo en esta nueva etapa artística que estoy comenzando con ellos. Voy a disfrutarlo mucho y espero que el público también lo disfrute”. La ciudad de Nueva York se caracteriza por su gran oferta de entretenimiento y producciones que atraen a personas de todo el mundo. Es por esta razón que tener la oportunidad de presentarse aquí se vuelve algo muy especial.

Se ha logrado dignificar la profesión de un bailarín clásico mexicano en el mundo

La gala Despertares cumplió recientemente 10 años en México y se presentó en el Auditorio Nacional, con Isaac Hernández al frente y un programa artístico extraordinario. Este espectáculo enfrentó muchos retos al principio cuando el bailarín tuvo la idea de traerlo al país; pero hoy, diez años después, se puede jactar de la enorme aceptación que tuvo entre el público mexicano y de llevar a cabo una presentación sin comparación en el mundo. Esta edición de aniversario se acompañó de otras actividades como un workshop de fotografía en movimiento con Matthew Brush y otros eventos con el elenco. 

Regresar en este punto de su carrera al Auditorio Nacional es algo increíble para Isaac, tanto en lo profesional como en lo personal: “Para aquel niño que empezó a bailar en el patio de su casa y que luego bailó en los escenarios más importantes del mundo, regresar a su país y presentarse en un recinto, como el Auditorio Nacional, es una experiencia profundamente significativa”. El bailarín reconoce la importancia de este espacio dentro del entretenimiento y las expresiones artísticas mexicanas, y lo maravilloso que es poder presentarse ahí en uno de los momentos cúspide de su carrera. 

Isaac junto con su hermana Emilia prometen nuevamente sorprender al público mexicano con un nuevo concepto que pronto llegará al país. Además de este proyecto, tiene otros más relacionados con industrias creativas, buscando impactar de manera tangible y positiva en la vida de los jóvenes y del resto de los mexicanos. Pero de esto no comenta más hasta no avanzar y materializar sus planes. 

En un viaje a Milán tuvo la oportunidad de conocer a la marca Zegna de manera íntima, adentrándose más en su historia, visión y valores. La casa de moda italiana le invitó para asistir a la Fashion Week Men en Milán,  empezando así una estrecha relación que perdura hasta el día de hoy. Fue la elaboración “con un cuidado tan exigente y laborioso de cada prenda, siempre buscando la perfección y consistencia en la calidad y sus diseños atemporales” lo que cautivó su atención. Estos valores los comparte, admirando la dedicación y el esfuerzo que ponen en cada pieza.

Lo que más admiro de Zegna es su búsqueda constante de mantener la consistencia en la excelencia de su trabajo, al igual que yo busco mantener la consistencia en la excelencia de mi arte.