Dylan Turquoise de Versace, se inspira en la cultura griega | Noir Magazine

Dylan Turquoise de Versace, se inspira en la cultura griega

Dylan Turquoise de Versace

La fragancia Dylan Turquoise de Versace, está inspirada en la cultura griega y fue creada con ingredientes naturales y sintéticos obtenidos de cadenas de suministro sustentables en todo el mundo. 

 

Por: Paola Sánchez  

La fragancia Dylan Turquoise de Versace está inspirada en la magia de la cultura griega, está creada con ingredientes naturales, que cumple con los más altos estándares en términos de sustentabilidad ambiental y social, que cumplen los lineamientos de química verde o química sostenible, y consiste en diseñar productos o procesos químicos que reducen el uso de sustancias peligrosas. 

Con los principios de este lineamiento y las investigaciones de biotecnología, más del 85% de las materias primas utilizadas en la fragancia son biodegradables. Por lo que la convierte en una de las fragancias más sustentables. 

Diseño inspirado en la mitología griega  

El diseño de esta fragancia evoca la expresión innovadora de Versace. Las curvas del frasco simboliza una ánfora, una vasija de barro alta, estrecha y con forma cilíndrica usada por los griegos y romanos para transportar alimentos. El vidrio esmerilado en tono azul refleja la transparencia cristalina del agua del mar. 

Una fragancia sensual, joven y fresca que reinterpreta el legado de la firma italiana, liderada por Donatella Versace.  


Las notas olfativas de Dylan Turquoise

La perfumista Sophie Labbé fue la encargada de crear una fragancia tropical, donde el limón primoforie, considerado el limón de mejor calidad potencializa el aroma dando una nota ligeramente ácida, así mismo se acompaña de mandarina italiana de Sicilia, que combina las moléculas aromáticas de la cáscara y de la pulpa que otorga una nota multifacética. Para las notas de salida, el grano de pimienta rosa resalta. En las notas centrales realza la frescura del jugo de Guayaba en complemento con pétalos de jazmín. 

La campaña está protagonizada por Hailey Bieber, Bella Hadid y Louis Baines y se rodó en la isla Cavallo Corsica, en el mar Mediterráneo. Fue fotografiada por Harley Weir, mientras que Gordon von Steiner dirigió la TVC.