DAVID LACHAPELLE EN MÉXICO CON «AMOR»

David LaChapelle es un destacado fotógrafo y director estadounidense conocido por su estilo surrealista y vibrante. Ganó reconocimiento en la década de 1980 por su trabajo en fotografía de moda, música y celebridades, y es considerado uno de los fotógrafos más influyentes de nuestro tiempo.

La exposición llegó al Palacio de Minería, ubicado en C. de Tacuba 5, Centro Histórico de la Cdad. de México, el costo del acceso a ella es de 200 pesos, es un recorrido con sus obras más emblemáticas.

El trabajo de LaChapelle presenta composiciones audaces, coloridas y escenarios extravagantes. Sus fotografías suelen desafiar las normas sociales y explorar temas como el consumismo, la fama y la condición humana. Ha trabajado con numerosas celebridades y artistas, incluyendo a Madonna, Lady Gaga, Rihanna y Elton John, entre otros.

Además de su fotografía, LaChapelle ha dirigido videos musicales para artistas como Christina Aguilera, Moby y Florence and the Machine. Su trabajo ha sido exhibido en galerías y museos de todo el mundo, y ha publicado varios libros que muestran su fotografía.

A pesar de su éxito comercial, el trabajo de LaChapelle tiene un mensaje más profundo, abordando temas como el ambientalismo y el impacto de los medios de comunicación en la sociedad. Es conocido por su capacidad para combinar elementos de la cultura pop con el arte, creando imágenes visualmente impresionantes y provocativas.

Originalmente inscrito como pintor, desarrolló una técnica analógica pintando a mano sus propios negativos para lograr un sublime espectro de color antes de procesar su película.

A los 17 años, LaChapelle se mudó a la ciudad de Nueva York.

Después de su primera exposición fotográfica en la Galería 303, fue contratado por Andy Warhol para trabajar en la revista Interview.

A través de su experimentación con el color, la composición única y las narrativas imaginativas, LaChapelle comenzó a expandir el género de la fotografía. Sus obras de tableau, retratos y bodegones desafiaron los dispositivos de la fotografía tradicional y sus imágenes rápidamente ganaron interés internacional. Para 1997, The New York Times predijo:

‘LaChapelle seguramente influirá en el trabajo de una nueva generación… de la misma manera que Mr. Avedon, pionero en gran parte de lo que es familiar hoy».

En las décadas siguientes, LaChapelle se convirtió en uno de los fotógrafos más publicados en todo el mundo, con una antología de libros que incluye LaChapelle Land (1996), Hotel LaChapelle (1999), Heaven to Hell (2006), Lost & Found, y Good News (2017). Al mismo tiempo, su trabajo se ha expandido a

videos musicales, películas y proyectos teatrales. Su largometraje de 2005 Rize fue lanzado teatralmente en 17 países. Muchas de sus obras fotográficas y cinematográficas se han convertido en arquetipos icónicos de América en el siglo XXI.

En los últimos 30 años, LaChapelle ha expuesto internacionalmente en galerías y museos, incluyendo la National Portrait Gallery (Londres), Musee de la Monnaie (Paris), Barbican Centre (Londres), Victoria and Albert Museum (Londres), Museo de Arte de Tel Aviv, Musee D’Orsay (París), Groninger Museum (Países Bajos), Palazzo delle Esposizioni (Roma), Palazzo Reale (Milán), National Portrait Gallery (Washington D.C.), Casa dei Tre Oci (Venecia), La Venaria Reale (Turín) y MUDEC (Milán).

Cuando era muy joven supe que sería un artista. Esto lo era todo para mí.

Crecí dibujando y pintando, a menudo inspirado por la naturaleza que rodeaba nuestra casa em Connecticut.

Nunca presté atención en la escuela, asi que nunca aprendí matemáticas ni ciencias. Mis padres me inscribieron en una escuela de arte donde continué practicando la pintura.

Inicialmente no pensé en la fotografía, ye que me intimidaba la cámara.

Suponía que la fotografía requería ciencia, números y mezcla de químicos, pero a los 17 años tuve mi primera clase de fotografía.

Desde ese momento, me enamoré. La fotografía es en realidad muy intuitiva. Abordo mis fotografías como pinturas. Con pasión por contar historias y años de práctica (y un sinfín de noches en el cuarto oscuro), la técnica vino naturalmente.

Hay una libertad infinita en la expresión a través de esta forma de arte y encuentro el acto de hacer fotografías tan emocionante como el resultado. Esta carrera me ha ofrecido la oportunidad de explorar innumerables ideas e historias, mundos y personajes, observaciones y sueños.

Muchas de estas imágenes son dramatizaciones que involucran humor, alegria, diversión, tristeza, amor, pérdida y fe. Algunas son simplemente un ejercicio de escapismo por el amor a la belleza.

Mi trabajo es una cronología de colaboraciones con miles de artistas, pintores, bailarines, músicos, diseñadores, héroes, amantes y ángeles.

Estoy detrás de la cámara, y detrás de mí está la motivación para crear. En los últimos años, esta motivación está estrechamente ligada a la misma inspiración que tenía como joven artista: demostrar la belleza de la naturaleza y el hombre en un mundo que se oscurece.

Espero que disfruten esta colección de historias de mi imaginación.

-David LaChapelle

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