Ghesquière y Fornasetti: odisea greco-romana en Louis Vuitton | Noir Magazine

Ghesquière y Fornasetti: odisea greco-romana en Louis Vuitton

Ghesquière nos lleva a través del tiempo junto a Louis Vuitton. La estrella inesperada del desfile es de Guadalajara y hace un debut triunfante.

Por Felipe Wiedmer

La insignia de Louis Vuitton es el espíritu del viaje. El corazón de la marca son las bolsas y maletas. En el caso de Nicolas Ghesquière, él no nos lleva a algún lugar físico en particular: nos da un viaje en el tiempo en cada una de sus colecciones. Esta temporada no es la excepción.

Hoy hace un año fue el último desfile físico de la maison pre-cuarentena. Un excelso espectáculo con un coro de 200 personas vestidas en indumentaria del siglo XVI hasta los 50s. Ahora, Nicolas Ghesquière nos ofrece un recorrido por las galerías Miguel Ángel y Daru del Louvre, donde encontramos obras del artista y antigüedades griegas, romanas y etruscas.

El ambiente combina la modernidad con lo clásico, esculturas antiguas conviven con hileras de focos y Daft Punk suena en el soundtrack con un fragmento de su icónico tour Alive 2007 en la sección donde tocan Around The World y Harder Better Faster Stronger. Ghesquiere afirma que el dúo accedió a prestarle su música poco antes de que anunciaran su separación. En el track podemos oír los gritos del público lo cual es un falso pero cálido reemplazo de los aplausos de una audiencia presencial.

Ghesquière y Louis Vuitton: Volumen y amplitud

La silueta es oversized. Abrigos y faldas de volantes de tul se combinan con botas slouchy. Capas y faldas con pinzas crean volúmenes amplificados. Una juxtaposición de glamour con una actitud casual donde un vestido completamente bordado se usa sobre unos pantalones, como si se tratara de una camiseta blanca. Cada salida es una ocasión y hay que aprovecharla. Prints descombinados para que demuestres tu espíritu ecléctico. Un híbrido de chamarra bomber con suéter con cuello y solapas, pero sin abertura. La sastrería complementa con blazers estampados.

En esta ocasión Louis Vuitton colabora con el taller Fornascetti creando gráficos con ilustraciones de gladiadores y héroes que evocan la antigüedad grecorromana combinado con técnicas de alta tecnología y un savoir faire incomparable. Una selección de bolsas icónicas como la Petit Maille o la Dauphine se hacen presentes. La colaboración #LVxFornasetti presenta bolsas clásicas como la Alma o Speedy decoradas con ilustraciones del taller fundado por Piero Fornasetti. Además, como un último acento, un nuevo modelo de lentes de ski aparece por primera vez.

Una nueva estrella surge en la escena internacional

Tindi Mar, egresada en ciencias agropecuarias sustentables y modelo mexicana originaria de Guadalajara Jalisco, debutó en este desfile como exclusiva mundial para Louis Vuitton. Ella es uno de los nuevos íconos a quien seguiremos de cerca.

El film de la pasarela cierra con Anastazja Romel, la modelo que cierra el desfile, admirando a la Victoria alada de Samotracia, una escultura helénica que data del siglo II a.C. y que ocupa su lugar en el Louvre desde 1884. Un ícono que representa a Niké, diosa griega de la victoria. Una colección espectacular y un escenario épico. Louis Vuitton, como siempre.