La nueva era del Tambour de Louis Vuitton

La nueva era del Tambour de Louis Vuitton

Con una visión arriesgada y deslumbrante de la interpretación del tiempo.

En 2002, Louis Vuitton presentó el reloj Tambour, una caja con forma de tambor reconocible a primera vista. Después de 21 años, el Tambour ha madurado y su siguiente expresión viene en una forma más delgada, caracterizada por un terminado excepcional, una elegancia casual, líneas fluidas y esculturales.

“Después de 20 años de diseños audaces en relojería, basados en la conocida forma del Tambour, y en la misma búsqueda por la modernidad, elegancia y funcionalidad sobre la cual la Maison ha sido construida por más de 160 años, Louis Vuitton eleva su oferta de relojes a un nivel sin precedente de sofisticación, a través de cada elemento del nuevo reloj”, comenta Jean Arnault, Director de Relojería.

Dos versiones de acero que distinguen el lanzamiento del nuevo Tambour, reforzando la designación de esta colección para el uso diario.

Un modelo tono sobre tono con el dial en gris plata y uno con un contrastante en color azul profundo son las opciones para la introducción del renacimiento de la emblemática colección de la Maison, un Tambour enriquecido con dos innovaciones adicionales para Louis Vuitton – un brazalete integrado y un exclusivo movimiento automático nuevo y hermosamente elaborado, diseñado por La Fabrique du Temps Louis Vuitton.

“Con este lanzamiento buscamos comenzar un nuevo capítulo en la historia de la relojería de la Maison, al crear un reloj con fuertes credenciales dentro de la industria, y al mismo tiempo con el estilo identificable de Louis Vuitton”, agrega Jean Arnault, Director de Relojería.

Forma y función

¿Qué hace a un reloj Tambour? Una caja redonda con los costados curvos, marcada con las 12 letras LOUIS VUITTON, un cierto volumen, casi arquitectónico en su aproximación a la dimensión y a la proporción. Todos estos elementos y más son mantenidos y amplificados a través de los sofisticados detalles de la más reciente iteración del Tambour.

El diseño fluye en cada línea del nuevo Tambour. Este es el diseño en su sentido original, el cual va más allá de la estética, hacia el propósito y la intención. 

Para empezar, una morfología moderna, con un diámetro completamente unisex de 40 mm y una caja de 8.3 mm de grosor que sigue la línea del brazo de quien lo porta. El brazalete integrado del nuevo Tambour, una innovación para Louis Vuitton, es una combinación de robustez y fluidez; sus eslabones delgados y curvos permiten que se lleve de forma ajustada y cómoda en la muñeca, para competir con la correa del más suave cuero.

Todo lo relacionado con el nuevo Tambour Louis Vuitton se reduce al diseño, lo cual quiere decir que todo tiene un significado y una razón. La parte externa del reloj, cada superficie que entra en contacto con la piel, tiene la forma necesaria para acomodarse al cuerpo.

La parte trasera de la caja no es plana, sino que asciende en un arco hacia la parte media de la misma, adaptándose a la curva natural del antebrazo mientras se acerca a la muñeca.

Haciendo eco de la topografía del brazo humano, el Tambour parece ser aún más delgado que sus 8.3 mm. Los eslabones del brazalete, convexos en sus superficies superiores y convexos en el lado inferior, forman un perfil redondeado que mantiene una línea continua de contacto con toda la muñeca.

El brazalete se fusiona perfectamente con la caja, una construcción libre de partes sobresalientes, que hace al nuevo Tambour el único reloj verdaderamente redondo con un brazalete integrado.

Una cerradura invisible completa la estética elegante y lisa del brazalete, la cual se logra con una hebilla plegable de tres hojas, cuya posición puede ser identificada únicamente a través de claves sutiles: las palabras LOUIS VUITTON grabadas en el último eslabón y la ausencia del eslabón central que separa cada eslabón pulido del siguiente. 

La artesanía puede observarse a simple vista, pero se revela verdaderamente cuando se toca, y el tacto del nuevo Tambour surge de su principio. Los acabados pulidos permanecen, excepto en algunas instancias, como los biseles pulidos del brazalete y los eslabones centrales o la corona pulida – con forma de tambor, al igual que la caja, pero estriada con surcos suaves y distintivos que hacen que dar cuerda y poner el reloj a la hora deseada se convierta en una gratificación sensorial.

Un bisel pulido con arena con los bordes pulidos muestra el nombre de 12 letras de la Maison, emblema del Tambour, pero esta vez las letras sobresalen y están pulidas, cada letra minuciosamente esculpida en línea con la manecilla que marca la hora. En la muñeca existe una sensación de equilibrio y cohesión. A los ojos, el nuevo Tambour Louis Vuitton proyecta claridad y precisión.

Luz y ligereza

En contraste con las tensas curvas de la caja y el brazalete, y el exterior suave al tacto del nuevo Tambour, todo lo que se encuentra debajo del costado del dial de cristal de zafiro (todo lo que puede tocarse únicamente con los ojos, no con la piel) está fina y claramente delineado. La luz es el medio que resalta el juego de texturas en la pantalla del Tambour y lo hace con una sensación de facilidad, que parece no requerir esfuerzo ni peso.

A pesar de tener tan sólo poco más de un milímetro de grosor, el dial del nuevo Tambour transmite una sorprendente profundidad y tridimensionalidad. Un índice interno de dos niveles, dividido por un nivel pulido, consiste en un aro exterior para los minutos y uno interior para las horas, ambos con sus superficies principales micro pulidas con arena.

Los marcadores del dial están diseñados para complementarse entre sí en términos de equilibrio espacial, con los marcadores de cinco minutos empotrados, mientras que las horas son indicadas con apliques. 

Esta diferencia en el nivel de altura de los marcadores permite una lectura rápida, ya que la luz interactúa de forma cambiante entre ellos, una variación que nuestros ojos registran de manera subconsciente, incluso si no quisiéramos notarlo activamente.

Los índices vienen en oro pulido diamante para amplificar su interacción con la luz, pero incluso en condiciones de poca luz, el nuevo Tambour permanece totalmente legible, gracias a los numerales y a las manecillas tratadas con Super-LumiNova.

La evolución de las manecillas de oro del Tambour de bastones anchos a agujas caladas, cónicas y facetadas agrega una sensación adicional de espacio al display.

Las manecillas más delgadas permiten que se vea una mayor superficie del dial en todo momento, resultando en una iluminación general de todo el reloj, tanto visual como conceptualmente.

La ligereza se traslada al tono del reloj mismo. El nuevo Tambour viene con una nueva declaración de identidad en la sección central del dial pulido, LOUIS VUITTON PARIS, una declaración del origen de la Maison, fundada en París en 1854. 

Escondido debajo del pequeño segundero caracoleado, FAB. EN SUISSE reemplaza la frase más familiar que asegura calidad, SWISS MADE, un pequeño cambio que hace alusión a los diales históricos de relojería fina de las décadas de 1950 y 1960. En su forma sin abreviatura, la frase es “Fabriqué en Suisse” – alusiva a La Fabrique du Temps Louis Vuitton y a los elevados niveles de artesanía presentes en esta pieza de relojería. El estilo parisino y la experiencia suiza unidos en una creación.

Movimiento y movilidad 

La existencia del nuevo Tambour es posible por la avanzada experiencia en relojería de Louis Vuitton, personificada por La Fabrique du Temps, el taller relojero de la Maison en Ginebra.

Fundada y dirigida por los maestros relojeros, Enrico Barbasini y Michel Navas, La Fabrique du Temps le ha valido complicaciones relojeras ganadoras de premios a Louis Vuitton.

El nuevo cal es más que el movimiento que dirige al evolucionado Tambour, es también el primer movimiento automático de tres manecillas patentado, diseñado por Louis Vuitton en conjunto con los especialistas en movimientos, Le Cercle des Horlogers, para captar en su totalidad los códigos visuales de la Maison, desde la cubierta del barril calada, que recuerda a la Flor del Monograma, hasta el micro rotor decorado con una LV estilizada en un motivo que se repite. 

Es determinantemente contemporáneo, con puentes micro pulidos con arena, orillas pulidas y biseles que replican el vocabulario estético del resto del reloj. Una placa principal de grano circular es un guiño a la decoración tradicional del movimiento, pero las joyas transparentes y sin color en lugar de los rubíes color magenta convencionales para el movimiento mantienen el enfoque visual vanguardista del cal. 

El micro rotor viene en oro de 22 quilates de alta inercia, emparejado con engranajes periféricos que proporcionan una cuerda excepcionalmente eficiente para el barril, con 50 horas de reserva de marcha sobre una rueda de escape de 4Hz (28,800 VpH).

Louis Vuitton es la primera compañía relojera en certificar sus piezas a través del Geneva Chronometric Observatory, demostrando el permanente compromiso con la excelencia y la calidad en la relojería moderna. Moderno, elegante y meticulosamente creado, el cal. LFT023 habita los primeros modelos en llevar los códigos del más reciente Tambour.

Tres modelos más se unen a estas dos piezas de relojería de lanzamiento en acero, completando los pasos iniciales para una nueva era de Tambour.

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