Mewing: qué es, para qué sirve y cómo hacerlo correctamente

MEWING: TRANSFORMA TU ROSTRO CON ESTA TÉCNICA VIRAL


¿Es posible redefinir la forma de tu rostro sin cirugía? El mewing dice que sí, y está ganando fuerza entre modelos, tiktokers y amantes del autocuidado facial.


La técnica de mewing está revolucionando las redes sociales por su promesa de afilar la mandíbula, mejorar la postura y transformar el rostro con solo mover la lengua. Aquí te contamos todo sobre esta práctica, cómo hacerla paso a paso y si realmente funciona.

En los últimos años, las redes sociales, sobre todo TikTok e Instagram, han sido el escenario perfecto para la viralización de prácticas que prometen resultados estéticos sin necesidad de cirugía ni tratamientos invasivos. Una de las más populares es el mewing, una técnica que, aunque suene reciente, fue propuesta hace décadas por el ortodoncista británico John Mew. Lo interesante es que ahora este método vuelve a ser tendencia, especialmente entre la generación Z y los fanáticos de la belleza facial natural.

¿Pero qué es exactamente el mewing? ¿Por qué miles de personas afirman que les ha cambiado la estructura ósea del rostro? Y lo más importante: ¿es realmente eficaz o solo una moda pasajera? A continuación desglosamos esta técnica, para que puedas incorporarla en tu rutina diaria. Si estás buscando una manera diferente de trabajar tu perfil sin bisturí, continúa leyendo.

¿QUÉ ES EL MEWING?

El mewing es una técnica de colocación consciente de la lengua que busca mejorar la postura craneofacial. Fue desarrollada por el ortodoncista John Mew y su hijo Mike Mew, con la idea de que la forma en que colocamos la lengua puede tener un impacto directo en la estructura del rostro, la respiración y la salud en general.

La práctica consiste en mantener la lengua completamente apoyada contra el paladar, incluidos los laterales y la parte trasera, mientras se respira por la nariz. Según sus creadores, esta postura estimula el desarrollo natural del maxilar superior y puede ayudar a definir la línea mandibular, mejorar la postura cervical y hasta reducir problemas respiratorios o del sueño. Aunque no se trata de una terapia médica oficialmente avalada por la comunidad científica, miles de personas afirman que el mewing ha transformado su apariencia facial con solo practicarlo a diario.

¿PARA QUÉ SIRVE EL MEWING?

La técnica de mewing se popularizó por sus supuestos efectos estéticos, pero también se le atribuyen beneficios funcionales. Quienes la practican con regularidad afirman que puede mejorar la definición de la mandíbula, elevar los pómulos, corregir la postura cervical e incluso optimizar la respiración nasal. Además, se ha relacionado con mejoras en la simetría facial y la alineación dental en edades tempranas. En muchos casos, se reporta una disminución de la papada y una apariencia más tonificada del rostro. A nivel funcional, algunos creen que también puede ayudar con trastornos respiratorios como la apnea del sueño, aunque este punto sigue en debate entre los especialistas.

¿CÓMO SE HACE EL MEWING PASO A PASO?

La clave del mewing está en la constancia y la técnica correcta. Aquí te explicamos cómo hacerlo bien desde el inicio:

  • Cierra la boca y asegúrate de que tus dientes estén apenas tocándose, sin apretar.
  • Apoya toda la lengua contra el paladar. No solo la punta, también los lados y la parte posterior.
  • No dejes espacio entre la lengua y el paladar. Debe sentirse firme pero natural.
  • Respira únicamente por la nariz. Si respiras por la boca, estás rompiendo el ejercicio.
  • Mantén la postura en todo momento, incluso cuando no estés pensando en ella. Es cuestión de entrenar el músculo.

Recuerda: no se trata de hacer fuerza con la lengua, sino de mantener una colocación constante. Al principio puede sentirse raro o incómodo, pero con la práctica se vuelve algo natural.

¿EL MEWING REALMENTE CAMBIA LA CARA?

Sí, pero con matices. El mewing puede generar cambios visibles en la estructura facial, pero estos no son inmediatos ni garantizados. En personas jóvenes, especialmente adolescentes, los huesos del rostro aún están en desarrollo, por lo que los efectos pueden ser más notorios. En adultos, los cambios tienden a ser más sutiles y progresivos. Lo que sí es evidente es que mejora la conciencia postural y respiratoria, y con constancia puede afinar la línea mandibular, elevar ligeramente los pómulos y dar al rostro una apariencia más definida.

¿CUÁNTO TIEMPO TARDA EN NOTARSE EL MEWING?

Los tiempos varían según la edad, la anatomía y la constancia. Algunos notan pequeñas diferencias en el primer mes, como una mejor postura y mayor facilidad para respirar por la nariz. Entre los tres a seis meses, podrían observarse cambios más visibles en la mandíbula y el contorno facial. Sin embargo, la transformación más notoria puede tardar un año o más, sobre todo si se empezó a una edad donde los huesos ya no están en crecimiento. La clave está en mantener la práctica como un hábito de largo plazo.

¿QUIÉN PUEDE PRACTICAR MEWING?

Cualquier persona puede intentarlo, pero sus efectos varían. En adolescentes, puede influir en el desarrollo óseo. En adultos, funciona más como una técnica de corrección postural y tonificación facial. Personas con ortodoncia, desviación del tabique nasal o problemas mandibulares deberían consultar a un especialista antes de comenzar. Aunque no tiene riesgos serios conocidos, hacerlo mal puede causar molestias, sobre todo en la mandíbula o el cuello. Si se practica correctamente y de forma constante, puede ser una herramienta útil para quienes buscan mejorar su estética facial sin intervención invasiva.

¿EL MEWING FUNCIONA EN ADULTOS?

Sí, pero con expectativas realistas. En adultos, el rostro ya está formado, por lo que los cambios son más leves. Aun así, el mewing puede ofrecer beneficios como mejorar la respiración nasal, reducir la papada, estilizar ligeramente el mentón y dar mayor armonía al rostro. También puede impactar positivamente en la postura del cuello y la autoestima, sobre todo en personas que sienten incomodidad con su perfil. No es un reemplazo de procedimientos estéticos, pero sí una forma natural y sin costo de trabajar tu imagen.

¿CUÁLES SON LOS ERRORES COMUNES AL HACER MEWING?

El error más común es pensar que basta con pegar solo la punta de la lengua al paladar. Esto no activa toda la musculatura necesaria para estimular el cambio. Otro fallo frecuente es respirar por la boca mientras se practica, lo que interrumpe completamente el proceso. Además, muchas personas aprietan los dientes o la mandíbula de forma innecesaria, lo que puede generar tensión o incluso dolor. También es típico rendirse rápidamente o hacerlo solo unos minutos al día esperando resultados rápidos. La clave del mewing es la constancia, la paciencia y la técnica correcta.