HERMÈS, UNIVERSO MENSWEAR PARIS 2025

HERMÈS, UNIVERSO MENSWEAR PARIS 2025


El Espectáculo presentado el sábado 25 de enero de 2025 en París, en el Palais d’Iéna.


Vivir en el tiempo. Entrar en una prenda como en una casa, vestirse con la sensación de ser acogido. Allí, en el interior de un vasto abrigo de viaje o de una chaqueta con un generoso aspecto de casaque. Enfrentarse a la mordedura del invierno.
Dinámica, la línea se redondea sin perder su forma. Urbana y gráfica, se alarga con abrigos cortos o largos, llevados sobre pantalones estrechos o anchos. El look moldea la silueta a través de una visión clara y arquitectónica, dando a cada prenda una presencia autónoma.

Es un juego entre la parte delantera y la trasera, lo visible y lo invisible: una manta se convierte en forro desmontable, los bolsillos se mueven al ensancharse. Llevas tu vida contigo, no la de otro.
Del negro carbón al ciruela, del verde cromo al bronce, una paleta de tonos apagados se caldea con notas suspendidas, con el rojo sangre o la vainilla como reconfortantes toques de luz.

La línea se encarna en el gesto, inspirando nuevas formas de vestir, un disciplinado desenfado. Volúmenes cortos, hombros suaves y pantalones limpios y entonados. Una cartilla de clásicos revisitados por el ojo y la mano, la justa intuición del oficio, sus atenciones secretas. La anatomía de un look nuevo y atemporal. Nieve de alpaca y franela de cachemira, veladas de terciopelo, piel de lana, forro ombré y mohair estilo peluche.

Un vestuario seguro y envolvente. Entre capuchas y pasamontañas, parkas con acabado de manta, nuestros corazones se mecen suavemente. Una chaqueta de doble botonadura se eleva, un cuello se endereza, la técnica captura el momento, fijándolo sin congelarlo. Revestimientos de estribos de cuero, botones oblongos de cuerno, pespuntes de guante, camisas de doble raya: el detalle purifica la silueta, el estampado cuadriculado de las prendas de punto evoca una marquetería flexible.

En el crujido de una camisa de algodón y seda, en el aura de un abrigo de duffle de piqué encerado, se iluminan las sombras. Una nueva geometría ecuestre toma forma, llena de promesas y sorpresas. El estilo deja paso a la funcionalidad.
Habitar el tiempo. Entrar en una prenda como en una casa, vestirse con la sensación de ser acogido. Allí mismo, dentro de un amplio abrigo de viaje o de chaquetas con espíritu de sedas de carreras, de generosas dimensiones.
Para desafiar la mordedura del invierno. Dinámica, la línea se redondea pero sin perderse. Urbana y gráfica, se estira con abrigos cortos o largos, se lleva sobre pantalones estrechos y anchos.

El atractivo moldea la silueta a través de una visión nítida y arquitectónica, y confiere a cada prenda su propia presencia.
Es un juego entre el anverso y el reverso, el interior y el exterior, lo visible y lo invisible: una manta se convierte en forro extraíble, los bolsillos se mueven al estirarse. Es tu vida la que llevas y no otra.
Del gris carbón al prunoir, del verde cromo al bronce, una paleta de tonos apagados calienta al tacto de notas en suspensión, con naranja sanguina o vainilla en reconfortantes pinceladas de luz.

La línea toma forma en el gesto, inspirando nuevas formas de vestir, una informalidad disciplinada. Volúmenes cortos, hombros suaves y pantalones de líneas afiladas y vigorosas. Un abecedario de clásicos revisitados por el ojo y la mano, la exigente intuición del artesano y sus atenciones secretas. La anatomía de un encanto a la vez nuevo y eterno.
Franela nevada de alpaca y cachemira, veladas de terciopelo, piel de oveja, bouclé sombreado y mohair de peluche. Un guardarropa seguro y envolvente. Entre capuchas y pasamontañas, y parkas con acabado de manta, el corazón se balancea suavemente.

Una chaqueta de doble frente se levanta, un cuello se endereza, la técnica atrapa el momento, lo fija sin congelarlo. Revestimientos de cuero Étrivière, botones oblongos de cuerno, pespuntes de guantería, camisas de doble raya, el detalle destila la silueta, el dibujo entrecruza el punto, evocando la marquetería más sutil.
En el crepitar de una camisa de algodón y seda, en el aura de un abrigo de plumífero de piqué ciré, la sombra sale a la luz. El esbozo de una nueva geometría ecuestre 67, todo promesas y sorpresas. El estilo no cede nada a la función.